El laurel es una de las plantas por excelencia para usar en la cocina, pero más allá de eso, también tiene otros usos simbólicos en el hogar. Uno de ellos es el de colgar hojas en la entrada del balcón, que esconde distintos beneficios prácticos en el departamento.
Uno de los secretos es que al colgar las hojas en la entrada del balcón, se puede aprovechar su aroma como barrera natural contra insectos, sobre todo mosquitos y otros bichitos que suelen colarse desde el exterior.
Leé también: Poner papel aluminio en el secador de piso: por qué lo recomiendan y para qué sirve
Además, también ayuda a neutralizar olores y a generar una sensación de ambiente más fresco, algo muy valorado en esos espacios que conectan el interior de la casa con el afuera.
Para qué sirve colgar hojas de laurel en la entrada del balcón
- Mantiene alejados a los insectos de manera natural, sin necesidad de aerosoles ni productos químicos.
- Aromatiza el ambiente y deja un perfume agradable en el aire.
- De acuerdo a distintas creencias, además, se asocia con la protección del hogar y la energía positiva, una creencia que suma a la sensación de bienestar.
Leé también: Rociar el balcón con agua y café: para qué sirve este truco casero y por qué lo recomiendan
Cómo colgar las hojas de laurel en el balcón
- Usá hojas de laurel secas, porque conservan mejor el aroma.
- Atalas con un hilo o colocalas dentro de una bolsita de tela.
- Colgalas en la entrada del balcón o solas cerca de la puerta o la baranda.
- Renovalas cada 2 o 3 semanas, cuando pierdan su perfume.
Esta práctica, que puede parecer novedosa, no lo es tanto. Las hojas de laurel se usan desde la Antigüedad, especialmente en la Grecia clásica, donde el laurel estaba consagrado al dios Apolo y simbolizaba victoria, sabiduría y protección.
Con sus ramas se confeccionaban coronas que se otorgaban a poetas, atletas y líderes, un significado que luego adoptó el Imperio romano. Con el paso del tiempo, el laurel dejó de ser solo un símbolo ceremonial y se incorporó a la vida cotidiana como planta medicinal y condimento. En la cocina mediterránea, su uso se consolidó por su capacidad para aromatizar y conservar alimentos, tradición que se mantiene hasta hoy.
