Vivir en un departamento chico no tiene por qué ser sinónimo de espacios apretados y oscuros. Con la iluminación adecuada, podés lograr que tu casa se vea mucho más grande, cómoda y moderna.
La clave está en aprovechar cada rincón y elegir bien cómo y dónde poner la luz. Acá te contamos los mejores consejos para que tu ambiente gane metros visuales sin tirar una sola pared abajo.
Aprovechá la luz natural al máximo
Si tenés ventanas, no las tapes. Evitá cortinas pesadas y optá por telas livianas como lino o voile, que dejan pasar la luz y hacen que el espacio se sienta más abierto.

Cuanta más luz natural entre, más se “borran” los límites del ambiente y todo parece más grande.
Leé también: Adiós al repasador de cocina: la nueva alternativa inteligente que lo reemplazará en 2026
Colores claros y superficies que reflejan
Pintar las paredes y el techo en tonos claros (blanco, beige, gris suave) ayuda a que la luz rebote y se distribuya mejor.
Sumá muebles con acabados brillantes o espejos: estos trucos multiplican la luz y generan una sensación de amplitud inmediata.
Iluminación general: uniforme y sin sombras
En espacios chicos, una sola lámpara central puede crear sombras y hacer que el lugar se vea más chico de lo que es.
Lo ideal es instalar luces empotradas o plafones que repartan la luz de manera pareja. Si el techo es bajo, mejor evitá arañas grandes o colgantes voluminosos.
Sumá capas de luz: no todo va en el techo
Para que no queden rincones oscuros, agregá iluminación puntual: una lámpara de pie en una esquina, apliques en las paredes o tiras LED en estantes y detrás del televisor.
Estas capas de luz le dan profundidad al ambiente y lo hacen mucho más dinámico.
Elegí la temperatura justa: cálida, pero no tanto
Las luces cálidas (entre 2700K y 3000K) son ideales para dar confort, pero si son muy amarillas pueden achicar visualmente el espacio.

Una buena opción es elegir tonos neutros (alrededor de 3500K), que equilibran calidez y claridad.
Leé también: Los floreros llegaron a su fin: la jarra de cocina que se convirtió en alternativa moderna
Evitá los contrastes fuertes
Si una parte del ambiente está muy iluminada y otra queda oscura, el ojo percibe límites marcados y el espacio se ve más chico.
Lo mejor es mantener una iluminación equilibrada en todo el departamento para que se vea más continuo y amplio.



