La presencia femenina en el mundo de los negocios viene creciendo, y dentro del sector de los emprendedores también se registra esta tendencia. ¿Qué motiva a las mujeres a ser líderes de sus propias empresas? ¿Qué obstáculos son los que más suelen enfrentar? Estas preguntas son las que siguen liderando las dudas de muchas que quieren tomar este camino, y por eso aprovechan el networking para dar sus primeros pasos sobre terreno firme.
Según el informe sobre Emprendimiento Femenino 2023/24 del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), entre 2021 y 2023 aumentó más del 10% la cantidad de emprendimientos liderados por mujeres.
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Si hacemos foco en la Argentina, ya son 3000 las mujeres impactadas en todas las ediciones de los programas específicos orientados emprendedoras que se vienen haciendo desde Endeavor.
Una de esas mujeres es Lorena Comino, cofundadora y CEO de Facturante, quien encontró su oportunidad cuando trabajaba en un shopping marplatense y la factura electrónica comenzaba a instalarse.
“Con Daniel, mi socio, nos preguntábamos algo muy simple: si ya teníamos todos los datos, ¿por qué no podía ser tan fácil como enviar un email? Esa fue la semilla. Investigamos la tendencia en otros países y decidimos desarrollar una solución que combinara tecnología, simplicidad y eficiencia”, recuerda.
“Con Daniel, mi socio, nos preguntábamos algo muy simple: si ya teníamos todos los datos, ¿por qué no podía ser tan fácil como enviar un email? Esa fue la semilla. Investigamos la tendencia en otros países y decidimos desarrollar una solución que combinara tecnología, simplicidad y eficiencia”, recuerda.
Pero el camino no fue sencillo, y se volvió aún más complejo con la maternidad. “Tuve que aprender a delegar y a aceptar que no se puede con todo. Venía de la ingeniería, donde todo se mide y se controla, pero una empresa necesita algo más: confianza y equipo. También aprendí a poner límites y cuidar mis tiempos. Eso lleva años, sobre todo cuando sos mamá y emprendedora. Manejar la culpa de no estar todo el tiempo con mis hijos requiere foco, organización y viajes constantes desde Mar del Plata”, cuenta.
A eso se sumaron los prejuicios. “En los primeros años era común que me preguntaran quién estaba ‘detrás del proyecto’, como si una mujer no pudiera liderar una fintech. Presentaba yo y las preguntas se las hacían a mi socio varón. Me costó lograr autoridad por conocimiento y actitud. Pero esas dificultades te vuelven más determinada y segura”, afirma.

Los primeros pasos
Pamela Scheurer es CEO y cofundadora de Nubimetrics, una plataforma de inteligencia de ecommerce con presencia en Brasil, México, Argentina, Uruguay, Perú, Chile y Colombia. Hoy el crecimiento es evidente, pero los primeros pasos fueron de puro esfuerzo y asumir riesgos.
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“Nuestro arranque fue bastante complicado porque no teníamos acceso a capital ni financiamiento en el sistema bancario tradicional. Usamos todos nuestros ahorros e incluso hipotecamos nuestra casa para montar la oficina y contratar a los primeros colaboradores”, recuerda.
Además de financiarse, debían crear un mercado. “Sabíamos que vendedores y marcas necesitaban entender el ecommerce, pero nadie estaba acostumbrado a consumir este tipo de información. Teníamos que ofrecer un producto sencillo, útil y por el que estuvieran dispuestos a pagar”, explica.
La falta de capital social como emprendedores del interior también fue un obstáculo. “Por eso programas como NAVES, de la Universidad Austral y la Fundación Endeavor, fueron claves para generar confianza”, agrega.
Y agrega: “Otro desafío enorme fue el hecho de que no teníamos capital social como emprendedores del interior del país y tuvimos que dedicarle mucho tiempo a construir confianza. Por eso programas como NAVES, de la universidad Austral y la fundación Endeavor, fueron claves para lograrlo”, resalta la emprendedora.
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Para Georgina Sposetti los primeros tiempos también fueron arduos. Esta médica y máster en Investigación Clínica Farmacológica fundó Un Ensayo para Mí. ¿De qué se trata? Es la primera plataforma que une pacientes con médicos investigadores y ensayos clínicos en América latina. “Conectamos personas que buscan nuevas oportunidades para sus enfermedades y centros de investigación donde se realizan estudios clínicos, utilizando herramientas digitales y de inteligencia artificial (IA) para hacer el proceso más rápido, accesible y humano. Nos dicen el Tinder de los ensayos clínicos”, bromea Sposetti, pero hay cierta verdad en esa afirmación.
“Llegué a emprender desde la necesidad, no desde el plan. Era médica investigadora, y lo que veía todos los días eran pacientes que llegaban tarde a los tratamientos, simplemente porque no sabían que existían opciones en investigación. Hasta que un día la necesidad me toco a mí. Comencé a tener los síntomas de una enfermedad rara y tuve que buscar un ensayo clínico ya que no había tratamiento para lo que tenía. Me encontré con mil trabas y ahí decidí crear esta plataforma. Así empezó, sin saber que eso era emprender. Solo quería resolver un problema”, explica esta médica.
Para Sposetti el camino de emprender se entrecruzaba con el de llevar una familia (ensamblada, con seis hijos) y de ser médica de tiempo completo. “Mis hijos crecieron viendo que su mamá trabajaba por algo que tenía sentido y que la apasionaba. Pero la culpa muchas veces a las mujeres nos juega en contra. Tuve la contención y la red para poder tener un emprendiendo de esta escala. Muchas veces las mujeres nos hacemos cargo de nuestros hijos sin ayuda y si no tenemos esa red para poder emprender es muy difícil. Emprender no se hace solo: se hace en comunidad y me siento una privilegiada por haber encontrado esa red”, advierte.
El equilibrio como desafío
Rosario Gianola, es ingeniera en alimentos, alimentos y cofundadora de Matter Supplements, también atravesó su propio proceso. “Hace ocho meses fui mamá. Mi embarazo fue de alto riesgo por mi diabetes tipo 1, y Cala nació dos meses antes. Eso me puso todo en perspectiva y me ayudó a ordenar mis prioridades como mamá emprendedora”, cuenta.

Pero el desafío llegó este año. “Hace 8 meses fui mamá, en un embarazo de alto riesgo porque tengo diabetes tipo 1 y Cala nació 2 meses antes y pasó unas semanas muy duras por neonatología. Eso me hizo poner todo en perspectiva creo, y me ayudó a acomodar mi modelo de mamá emprendedora ordenando mis prioridades; creo que eso generó equilibrio en esta relación tan difícil. Sé qué está primero y encarar lo primero me libera la cabeza y la conciencia para a la hora de trabajar estar tranquila”, relata Gioanola.
Pero también reconoce que el tema de encontrar el equilibrio es clave e importante para las emprendedoras. “Es muy difícil de ordenar las prioridades si la vida no te lo acomoda de un golpe, como me pasó a mí. Por lo general los que emprendemos somos apasionados y equilibrar ese sentir con la demanda de la maternidad puede generar mucha frustración. Podría quedarme charlando horas de esto porque es un tema que estoy viviendo y descubriendo en el día tras día”, cuenta esta mamá reciente.
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La red de sostén
En el mundo de los negocios, hacer redes es clave. Pero para las empresas lideradas por mujeres, la red se vuelve también un espacio de contención y aprendizaje. El networking no solo abre puertas: también habilita conversaciones sobre maternidad, financiamiento, cuidados, formación y estrategias para hacerse oír.

Sol Vivanco es licenciada en Economía, y con solo 22 años ya había fundado Nutriveg, firma de snacks saludables. Para esta emprendedora, una de las mejores inversiones que hizo a lo largo de su carrera fue el networking.
“Como secretaria de la Comisión PyME en la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, y participante del grupo J6, formo parte de colectivos gremiales donde trabajo activamente en la creación de redes, la organización de eventos y el diseño de iniciativas que promueven la visibilidad y el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas. Estos espacios permiten conectar con emprendedores y empresarios de distintos sectores productivos de todo el país”, indica Vivanco.
“Son comunidades donde las redes se construyen con generosidad: siempre hay alguien a un mensaje de distancia dispuesto a ayudarte. Además, participo del ecosistema emprendedor de la Universidad Torcuato Di Tella, en el que acompaño y formo a nuevos emprendedores desde una mirada académica y práctica, integrando teoría y experiencia real. Estos ámbitos tienen una fuerte presencia de mujeres empresarias, lo que genera una red muy valiosa en la que el vínculo trasciende lo laboral. Se comparte información, experiencias y espacios de formación que ayudan a navegar los altibajos de emprender”, detalla la licenciada.
El networking es esencial para todos. “Dicho esto, los espacios creados por y para mujeres emprendedoras generan una sinergia y una contención únicas que impulsan la confianza y el apoyo mutuo. Estar con colegas, sin importar el género, siempre amplía la perspectiva y abre puertas. ¡Pero valoro muchísimo esos círculos de apoyo femenino!”, concluye Gianola.



