Con el paso del tiempo y los avances tecnológicos, los objetos tradicionales de casa van cambiando cada vez más. Uno de ellos es el velador de mesa de luz, que promete ser reemplazado en el corto plazo.
Se trata de la iluminación empotrada o mural regulable, una tendencia que varios arquitectos y decoradores eligen para generar ambientes prácticos y elegantes.
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Por qué la iluminación integrada se volvió tendencia
La clave está en la iluminación integrada, que se adapta a cualquier ambiente y permite jugar con la luz según la necesidad.
Los focos empotrados y las lámparas de pared direccionales ofrecen un control total de la iluminación, sin ocupar espacio en mesas o estantes. Esta estética limpia y continua acompaña el auge de los espacios minimalistas y multifuncionales, donde cada detalle suma armonía visual.

Por otro lado, sacar las lámparas de mesa libera superficies, elimina cables y genera una sensación de orden visual que se nota apenas entrás.
Además, los sistemas LED empotrados consumen menos energía y duran mucho más, lo que significa un ahorro en la boleta de luz y menos residuos para el planeta.
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La iluminación mural se adapta perfecto a dormitorios, livings o escritorios. Permite regular el ángulo y la intensidad según la actividad, y se integra con materiales como metal negro mate, madera clara o cerámica texturada.
Los apliques con brazo móvil o regulación táctil son los favoritos de quienes buscan un ambiente cálido y moderno. Y si te gusta la tecnología, la domótica permite controlar la luz desde el celular o con asistentes virtuales.



