Hablarle a los perros con una voz suave, aguda y exagerada, como si fueran bebés, es algo que la mayoría hace de manera instintiva. Sin embargo, lo que para nosotros suena tierno, para ellos puede tener significados muy concretos, según estudios recientes en comportamiento animal.
Diversas investigaciones demostraron que este tipo de tono activa en los perros zonas del cerebro vinculadas a la atención, la empatía y el apego. Es decir, no solo nos entienden por las palabras, sino por la entonación y la carga emocional que transmitimos con la voz.
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Además, este modo de hablar puede reforzar la conexión con su tutor y aumentar la sensación de seguridad. Pero también hay que tener cuidado: hacerlo en exceso o en momentos inadecuados puede confundirlos o generar ansiedad si asocian ese tono a una emoción intensa.
Por eso, hablarle a tu perro con tono de bebé no es solo una demostración de cariño: también influye en su conducta, su confianza y su forma de vincularse contigo. Los expertos aseguran que, usado con equilibrio, puede mejorar la comunicación y fortalecer el lazo afectivo.
Las 5 cosas que puede sentir tu perro cuando le hablás como a un bebé
- Más atención: el tono agudo capta su oído y hace que te mire o se acerque con curiosidad.
- Cariño y seguridad: asocian esa voz dulce con afecto y protección.
- Alegría: muchos perros interpretan el tono juguetón como una invitación a jugar.
- Confusión: si usás ese tono cuando estás enojado o dando órdenes, puede desorientarlos.
- Tranquilidad: en momentos de estrés, una voz suave y cálida puede ayudar a calmarlos.