Los amantes del asado buscan distintos métodos para lograr un resultado único. En este marco, una de las técnicas que cada vez es más conocida es la de frotar un diente de ajo en la parrilla caliente antes de hacerlo.
No es solo cuestión de sabor, sino que el ajo tiene compuestos naturales que, al tomar contacto con el calor, forman una fina película sobre el hierro o el acero inoxidable de la parrilla. De esta manera, logra que la carne no se pegue y se pueda dar vuelta fácil.
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Pero además, el ajo deja un aroma suave y un toque de sabor que realza la carne sin invadirla.
También, el ajo también ayuda a limpiar y desinfectar la parrilla. Sus compuestos sulfurados eliminan restos de grasa y bacterias de asados anteriores.
Cómo aplicar el truco del ajo, paso a paso
- Cortá un diente de ajo al medio.
- Con la parrilla bien caliente, frotá el ajo por todas las rejillas.
- Esperá unos segundos antes de poner la carne, para que el aroma se impregne de forma sutil.
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Tips a tener en cuenta
- No uses demasiado ajo, sino que con un solo diente alcanza para lograr el efecto sin tapar el sabor de la carne.
- Este truco funciona mejor en parrillas de hierro o acero inoxidable.
- Si querés sumar un plus, podés repetir el proceso entre tanda y tanda de carne.
Los beneficios del ajo dentro de la alimentación
- Refuerza el sistema inmunológico: gracias a su contenido de alicina, un compuesto con propiedades antimicrobianas y antivirales que ayuda a prevenir resfriados y otras infecciones.
- Favorece la salud cardiovascular: puede contribuir a reducir la presión arterial y el colesterol LDL, ayudando a mejorar la circulación sanguínea.
- Aporta nutrientes esenciales: contiene vitaminas B6 y C, además de minerales como manganeso, selenio y calcio, que apoyan el metabolismo y la salud ósea.
Se trata de un alimento que destaca por su practicidad. Puede acompañar una gran variedad de recetas y prepararse de distintas maneras. Por eso está presente en diversas tradiciones gastronómicas como uno de los pilares culinarios.
