Mantener las flores vivas es una tarea difícil, por eso muchas se marchitan al poco tiempo que llegan a casa. Entre los trucos para revivirlas, existe uno poco común y que suele usarse entre los amantes de la jardinería.
Usar agua con azúcar como abono casero puede dar un “empujón” de energía a las plantas, sobre todo cuando están débiles o estresadas.
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Sin embargo, los especialistas insisten en que no es una solución mágica y que, si se usa mal, puede traer más complicaciones que beneficios.
Para qué sirve el agua con azúcar en flores marchitas
Algunos jardineros suelen usarla en situaciones puntuales, como un trasplante, una poda fuerte o cuando la planta muestra signos de debilidad.
Sin embargo, su uso debe ser moderado, sobre todo cuando la planta muestre señales de necesitar ese apoyo.

Cuáles son los riesgos de usar agua con azúcar en plantas y flores
Hacer esto puede provocar el crecimiento de moho y bacterias, ya que el azúcar puede alimentar microorganismos indeseados. Además, puede alterar las raíces, dificultando la absorción de nutrientes y afectando el desarrollo de la planta o la flor.
Si la concentración de azúcar es alta, la solución puede hacer que la planta pierda agua en vez de absorberla. Además, las plantas ya producen su propio alimento a través de la fotosíntesis. El azúcar extra solo sirve como un refuerzo temporal, nunca como reemplazo de los cuidados habituales.
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Cómo y cuándo usar esta mezcla para no arruinar las plantas
La clave está en la moderación: usala solo una vez por semana y únicamente cuando la planta lo necesite. Si el suelo es muy compacto o tiene poca ventilación, mejor evitá este método porque puede favorecer la aparición de hongos.