La herradura es un símbolo tradicional de fortuna y protección, y según el Feng Shui, su ubicación dentro del hogar puede potenciar su efecto. No se trata solo de colgarla en cualquier lugar: hay reglas que ayudan a que la energía positiva fluya y que atraiga abundancia y bienestar.
Uno de los aspectos más importantes es la orientación de la herradura. Colocarla con los extremos hacia arriba forma un “cuenco” que retiene la buena suerte y evita que se escape.
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En cambio, si se cuelga con los extremos hacia abajo, algunos expertos creen que la fortuna podría escaparse del hogar.
La entrada de la casa es otro lugar clave. Poner la herradura cerca de la puerta principal, sin bloquear el paso y a una altura visible, se considera ideal para atraer energía positiva desde el exterior. Además, la herradura puede combinarse con otros elementos del Feng Shui, como plantas o cristales, para potenciar su efecto.
A su vez, el material y estado de la herradura también importa. Lo recomendable es que sea de metal y esté en buen estado, sin óxido ni deformaciones, para que transmita estabilidad y buena energía a todo el hogar.