Con el paso de los años, las primeras canas comienzan a aparecer en el cabello, lo que para muchas personas representa una preocupación estética. Para disimularlas, la opción más común es recurrir a la tintura, aunque su efecto suele durar poco y, en cuestión de días, los pelos blancos o grisáceos vuelven a hacerse visibles.
Para lograr un resultado más duradero y natural, los expertos recomiendan un truco clave: elegir tonos similares al color original del pelo.
Según especialistas de Garnier, lo ideal es optar por colores que estén entre uno o dos tonos más claros que el propio. De esta forma, las canas se integran mejor con el resto del cabello y el crecimiento se nota mucho menos.
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Los coloristas coinciden en que los rubios oscuros, castaños claros y tonos miel son los más efectivos para disimular las canas, ya que aportan un aspecto suave y natural, evitando el contraste marcado que generan los tintes demasiado oscuros o alejados del tono original.

Además, los expertos recomiendan evitar los tonos negros o muy oscuros, ya que suelen endurecer las facciones y cuando el pelo crece, las canas se notan mucho más rápido en las raíces.
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Cómo lograr una buena cobertura de canas
- Elegí un tinte de buena calidad y consultá con un profesional para encontrar el tono exacto que mejor se adapte a tu piel y a tu estilo.
- Si tenés muchas canas, los tonos cálidos como el caramelo o el dorado pueden aportar luminosidad y suavizar el rostro.
- Para quienes prefieren un look más moderno, los reflejos o mechas en tonos similares al tinte principal ayudan a camuflar las canas y a darle movimiento al pelo.
- Los expertos sugieren retocar el tinte cada 3 o 4 semanas para mantener una cobertura pareja y evitar que las canas vuelvan a asomar.