Las cucarachas son uno de los principales enemigos de la limpieza del hogar. Son insectos escurridizos, que pueden alcanzar distintas zonas de la casa y dejar bacterias a su paso. Sobre todo si se instalan en uno de sus electrodomésticos preferidos: el microondas.
Es común que las cucarachas se instalen en zonas húmedas o en accesos que les permitan escapar rápido. Sin embargo, en el caso del microondas, lo prefieren por ser una fuente de alimentos, entre otros factores. Además de este, otro centro en el que suelen instalarse es el horno de la cocina.
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El microondas y el horno, el refugio ideal para las cucarachas
Las cucarachas son un problema porque no solo son resistentes, sino que también tienden a buscar lugares particulares para esconderse. Con base en esto, la limpieza es fundamental para mantenerlas lejos.
Sin embargo, en ocasiones no alcanza solo el trapo y la escoba. En lugares como el microondas y el horno, hay que redoblar los esfuerzos en cuanto a limpieza. Estos espacios les resultan atractivos por ser:
- Fuentes de alimento, por los restos de comida.
- La humedad que suelen tener.
La relación de las cucarachas con estos espacios no se basa solo en alimentos o refugio. También les permiten:
- Dejar huevos.
- Dejar rastros para atraer a potenciales parejas.
Si se encuentran algunas de estas pistas, es importante tomar medidas para contener su posible efecto. De acuerdo con múltiples especialistas en control de plagas, las cucarachas representan un riesgo para la salud.
Dentro de las enfermedades que pueden transmitir, están:
- Escherichia coli.
- Salmonella.
- Disentería.
Por tanto, la sola presencia de una cucaracha ya es un motivo de alarma. Junto que la repulsión que suelen generar, al pasar por los alimentos y los cubiertos, pueden dejar bacterias que deriven en contaminación y posibles enfermedades.
Cómo prevenir y eliminar las cucarachas de la cocina
Al igual que ocurre con otros espacios, la clave para evitar que las cucarachas se instalen en casa está en limpiar a fondo el microondas y el horno. Esto debe ser una tarea cotidiana, con tareas sencillas como evitar dejar restos de comida, dando especial atención a los rincones de cada espacio.
Por otro lado, hay distintos repelentes naturales que pueden contribuir a alejarlas. De esta manera, se mantiene alejados los químicos de la cocina. Estas medidas deben reforzarse, sobre todo, durante el verano. Un momento en el que, por el calor, tienden a salir mucho más que en el invierno.
