La planta que la empresa fabricante de agroquímicos Atanor tiene en San Nicolás volvió a ser clausurada por segunda vez en menos de dos años luego de que una inspección de la Autoridad del Agua (ADA) de la provincia encontrara vertidos clandestinos de efluentes industriales en la barranca del río Paraná. Tras esa medida, la firma anunció que relocalizará sus operaciones, pero ambientalistas plantean la necesidad de seguir de cerca este movimiento por un pasivo ambiental reciente que la empresa dejó en Baradero.
Las actuaciones derivaron de una inspección de la ADA, que constató que Atanor vertía líquidos industriales. Fueron los propios inspectores del organismo quienes detallaron la existencia de una “conexión clandestina” en una audiencia en la que participaron ocho funcionarios de la ADA junto a la jueza que entiende en la causa, Luciana Díaz Bancalari. Desde la firma niegan esta versión y afirman que “no existe en la planta de Atanor ninguna instalación ni infraestructura clandestina y esto ha sido objeto de constatación en el marco de las innumerables fiscalizaciones a las que el establecimiento se encuentra sometido por parte de las autoridades de control”.
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El informe, al que tuvo acceso TN, constató la existencia de una bomba que vertía esos líquidos al “suelo natural” de manera clandestina. Los análisis de laboratorio hechos sobre esos efluentes arrojaron altos niveles de contaminación: se encontraron desde metales pesados hasta plaguicidas.
Este accionar de la empresa se dio siete meses después de que pudieran reabrir su planta tras la explosión de un reactor el 20 de marzo del año pasado, situación por la que la fábrica estuvo sin operaciones hasta noviembre del 2024. “Esto incumple la prohibición expresa de vuelcos que pesaba sobre la empresa”, señalaron desde Greenpeace, denunciante de las operaciones de Atanor en San Nicolás.
Nueva clausura
Los resultados de los análisis, adelantaron desde Greenpeace, mostraron “niveles elevados de glifosato, atrazina, metolacloro y sustancias expresamente prohibidas por orden judicial, como el clorpirifos, entre otros herbicidas de uso agrícola. También se identificaron metales pesados como arsénico, plomo, cromo, selenio, manganeso y zinc en el líquido vertido por la empresa”.
Varias de estas sustancias, agregaron, estaban por sobre los parámetros legales de la Ley Nacional de Residuos Peligrosos.

Estos resultados motivaron que desde la ADA ordenaran la clausura total y preventiva de las operaciones de la empresa, emulando la resolución que también dictaminaron el 20 de marzo del año pasado cuando explotó un reactor en el que se manipulaba atrazina.
La especialista en biodiversidad Agostina Rossi Serra, que forma parte del equipo de Greenpeace, remarcó: “Al momento de la inspección, Atanor afirmó que no hubo contaminación. Sin embargo, en los análisis de laboratorio se detectaron agroquímicos y metales pesados”.
“Este nuevo vuelco clandestino confirma lo que venimos denunciando: Atanor opera con total impunidad, repite prácticas ilegales, desobedece fallos judiciales, y pone en riesgo al ambiente y a la salud de toda la población”, agregó.
En tanto, desde Atanor indicaron a TN que la empresa “reafirma su compromiso a cumplir con todos los requerimientos legales que las autoridades correspondientes determinen, en pos de continuar operando sus complejos industriales en Argentina”.
“Por el contrario, se ha venido dando estricto cumplimiento al plan de trabajo dispuesto por la Justicia, el que junto con las conclusiones a las que se arribe en el marco de las actuaciones administrativas correspondientes, determinará las próximas instancias de procedimientos. La empresa no ha incumplido ninguna orden judicial ni administrativa vigente”, señalaron.
Llamado a indagatoria
El abogado de la Asociación Civil Foro Medio Ambiental (Fomea), Fabián Maggi, denunciante de Atanor, afirmó que esta situación “refleja el accionar criminal de una empresa que no sólo contamina sino que, además, desafía las decisiones judiciales y pone en riesgo a comunidades enteras”.

Maggi consideró “escandalosos” los resultados de las muestras, que analizaron expertos de la Universidad Nacional de La Plata, y amplió: “La empresa dijo que eso era agua estancada proveniente de las lluvias. El grado de temeridad de la empresa es asombroso, por eso creemos que esto va a traer consecuencias penales sobre directivos de la empresa”.
A la par de este proceso, la causa por la explosión del reactor sigue su marcha. El viernes pasado se conoció que el fiscal Patricio Mujica Díaz citó a declaración indagatoria a los gerentes de Atanor y a la apoderada legal de la firma por este hecho, según consignó Maggi a este medio.
Relocalización
Luego de que se conociera la resolución de la ADA, desde el Grupo Albaugh, que controla la firma Atanor, emitieron un comunicado en el que anunciaron la relocalización de las operaciones “tras un análisis exhaustivo”.
“La industria de los fitosanitarios está viviendo cambios acelerados en la Argentina. El proceso de síntesis que se realizaba en la planta ha dejado de ser estratégico. Los esfuerzos de Albaugh se enfocarán en aumentar la productividad en sus instalaciones de Río Tercero, Córdoba, y Pilar, Buenos Aires”, agregaron. E indicaron que la firma seguirá estando en el mismo predio en San Nicolás, pero se convertirá en un “centro logístico”.

Sobre ello, Maggi advirtió que la relocalización anunciada por la empresa “fue una maniobra de distracción” y dijo: “Atanor tiene una historia negra de relocalizaciones y es útil recordar lo que pasó en Baradero (Atanor cerró una de sus fábricas allí, en 2017) que, hasta hoy, hay un enorme pasivo ambiental que todavía no ha sido remediado”.
“Desde Fomea vamos a intentar que no se reitere el escenario de Baradero y que se hagan cargo del pasivo ambiental que existe en San Nicolás, particularmente en el predio de Atanor y en las barrancas, en el lecho y en los sedimentos del río Paraná. También vamos a exigir que el Ministerio de Ambiente controle adecuadamente el retiro de la infraestructura de Atanor, algo que no se hizo en otras plantas que la empresa abandonó”, concluyó.