Sentirse estancado, sin motivación o con la sensación de que nada avanza puede generar mucha frustración. En estos momentos, es común buscar respuestas en el cielo y responsabilizar a Mercurio retrógrado o a Saturno, el planeta de las lecciones duras. Sin embargo, esta vez, el verdadero culpable podría estar en otro rincón del cosmos.
Hay un tránsito menos famoso pero igual de potente que puede explicar por qué muchas personas sienten que las cosas no fluyen como quisieran. Se trata de una energía más sutil pero persistente, que afecta la percepción del tiempo, la claridad mental y el impulso para tomar decisiones clave.
Leé también: Cuál es el signo más “chamuyero” del zodíaco
Lo interesante es que este fenómeno no afecta a todos por igual. Algunos signos pueden sentirlo como una pausa forzada, mientras que otros experimentan una especie de niebla emocional o falta de dirección.
Neptuno retrógrado: el tránsito que nubla tu motivación
Desde el 2 de julio hasta el 7 de diciembre de 2025, Neptuno estará en movimiento retrógrado en el signo de Piscis. Este planeta, vinculado con los sueños, la intuición, la confusión y la evasión de la realidad, puede generar una sensación de estancamiento interno más que externo. Durante este período, muchas personas sienten que pierden claridad sobre sus objetivos o que lo que antes les motivaba ya no tiene sentido.
A diferencia de Mercurio, que altera la comunicación, o Saturno, que impone límites concretos, Neptuno retrógrado tiende a diluir la percepción de la realidad. Esto puede hacer que te sientas desconectado de tus planes o incluso confundido sobre qué querés realmente. Es un buen momento para la introspección, pero no tanto para tomar decisiones importantes.
Leé también: Quiénes recibirán una noticia inesperada en la última semana de julio, según el horóscopo chino
El signo más afectado será Piscis, por ser el regente y anfitrión de este tránsito, aunque también Virgo, Géminis y Sagitario pueden sentir el impacto con más fuerza en temas emocionales, laborales o vinculares.
La clave está en no forzar el avance, sino en aprovechar este tiempo para conectar con la intuición y reformular objetivos desde un lugar más auténtico.
