Las suculentas son de esas plantas que sí o sí hay que tener en casa, ya que se caracterizan por ser fáciles de cuidar y tienen resistencia. Sin embargo, hay una en particular que destaca por sus hojas verdes adornadas con líneas blancas.
Es la planta cebra, conocida científicamente como Haworthiopsis attenuata. Es ideal para tener en casa y darle un toque único al espacio donde esté ubicada.
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Sus hojas alargadas y carnosas alcanzan apenas los 10-15 centrimetros de altura. Esto la convierte en la opción perfecta para decorar escritorios, estanterías o cualquier rincón con buena iluminación.

Una de sus características principales es que es una de las suculentas más resistentes. Requiere poca agua y se adapta tanto a la luz indirecta brillante como a espacios con luz moderada.
Su diseño también la hace perfecta para macetas pequeñas de cerámica blanca, cemento o colores neutros, lo que encaja a la perfección en estilos minimalistas, nórdicos y modernos.

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Cuidados básicos para la Planta cebra
- Luz: prefiere indirecta brillante, pero soporta media sombra. Evitá el sol directo fuerte para proteger sus hojas.
- Riego: poco y espaciado. Regá cada 10-15 días en invierno y cada 7-10 días en verano, asegurándote de que la tierra esté completamente seca antes de volver a regar.
- Sustrato: necesita un sustrato con buen drenaje, como el que se usa para cactus y suculentas, para evitar encharcamientos.
- Maceta: preferentemente de barro o cerámica con agujero de drenaje.