Si de esperar se trata, Ekatherina y su familia tienen un doctorado. Hace más de un año, la pequeña de tan solo 3, espera por un corazón para seguir viviendo. Esa espera, desgastante y dolorosa, se convirtió en un pedido más desesperado aún, cuando su situación se agravó en las últimas horas.
Eka, que sonríe a cualquiera que se le acerca, está en emergencia nacional. Su vida hoy depende de que una familia que decida dar amor en medio del dolor y el tiempo es cada vez más tirano.
Leé también: Sus hijos estaban internados en la misma habitación y uno le donó el corazón al otro: la palabra de las mamás
Es por eso que desde ese lugar, las familias de sus amigos con los que compartió internación, como Felipe, Inés y León, lanzaron un desesperado pedido. Ese martes 15 de julio a las 12:30, llamaron a realizar un abrazo solidario frente al Hospital Italiano de Almagro para acompañar a la nena y a su mamá Anastasia.
“Pedimos que todo el que pueda acercarse lo haga y entre todos demos un mensaje a la sociedad. Ekita no tiene más tiempo”, fue el mensaje que dejaron.
La dura historia de Ekatherina
Eka nació con hipoplasia del ventrículo izquierdo, una cardiopatía congénita compleja y de alta mortalidad. A los cinco días de vida le realizaron una cirugía a corazón abierto y tiempo después debió ser sometida otras dos intervenciones cardíacas más y tres cirugías adicionales por distintas complicaciones derivadas de su cuadro.
Los hospitales, los cables, las sondas y los pinchazos se habían convertido en su rutina. En septiembre de 2023 le practicaron una nueva cirugía cardiovascular, pero su salud volvió a deteriorarse.
En mayo de 2024, la nena entró en emergencia nacional por un corazón, es decir, hace más de un año que su vida se convirtió en espera y su centro de vida se trasladó a Buenos Aires, lejos de su Comodoro Rivadavia natal.
Fue sorteando obstáculos, sin embargo, desde el 18 de octubre de 2024 permanece internada en el Hospital Italiano de Almagro. Allí se hizo amiga y compartió internación con Felipe, el bebé que en las últimas semanas se convirtió en cadena nacional por su trasplante único en el país. También con León e Inés, otros dos nenes que en las últimas semanas recibieron ese tan esperado trasplante. Hoy es la única menor que espera por un corazón en ese centro de salud y las familias de sus amigos se unieron para, una vez más, darse fuerzas en esa espera.
“Hoy en día está en condiciones para recibir el trasplante, pero está muy crítica. No tiene mucho tiempo y cada día que pasa vemos con más claridad cuánto necesita ese corazón”, dijo Anastasia, la mamá de Eka, en diálogo con La Opinión Austral.
Ante esto, la joven hizo un desesperado pedido: “Ella es una nena que caminaba, jugaba, bailaba, se reía. Y hoy su cuerpito está muy agotado, aunque ella sigue llena de ganas de vivir. Por eso apelamos a la solidaridad. Compartiendo el mensaje de la donación pediátrica, las chances de que Eka, y todos los chicos que esperan, puedan seguir viviendo, aumentan”.
