En una cocina comunitaria, alguien aprende a amasar sus primeras galletitas. En una mesa de costura, otra persona descubre que puede transformar un retazo en algo valioso. En el conurbano bonaerense, donde muchas veces faltan oportunidades, hay un espacio donde las manos vuelven a tener propósito.
La asociación civil De la Nada cumple 25 años de trayectoria en los partidos de Luján y General Rodríguez. El nuevo aniversario encuentra a la organización con una amplia oferta de actividades formativas, que incluyen talleres y cursos de oficios orientados a fortalecer la inclusión sociolaboral, con el objetivo de formar nuevos emprendedores en sectores de bajos recursos.
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En los últimos años, la Escuela de Oficios de la fundación ha ofrecido una amplia variedad de capacitaciones, con más de 2500 personas egresadas. La formación combina oficios tradicionales con herramientas de gestión y acompañamiento para emprender. Los contenidos buscan fortalecer tanto las habilidades técnicas como la capacidad de generar una propuesta sostenible a largo plazo.
La iniciativa se complementa con el programa Apoyo integral para emprender, que brinda seguimiento individual, espacios de consulta y talleres de fortalecimiento.
En la primera mitad del año, más de 150 personas participaron de los espacios de capacitación impulsados por la asociación. En marzo se ofrecieron cursos de ayudante de cocina, pastelería inicial y costura. También comenzaron las clases de manipulación de alimentos y de gestión de emprendimientos, y organizaron un taller para emprendedores.
Además, De la Nada mantiene activos sus dos proyectos principales: el textil, centrado en la reutilización de descartes para confeccionar productos de diseño, y el gastronómico, con la elaboración de galletitas tipo biscotti. Ambas iniciativas funcionan como espacios de formación y como unidades productivas que permiten sostener las actividades y generar empleo local.
Las propuestas buscan combinar formación técnica con acompañamiento personalizado, en el marco de un enfoque que articula trabajo, educación y sostenibilidad. Tras 25 años el objetivo sigue siendo el mismo: impulsar oportunidades reales para personas que enfrentan contextos de vulnerabilidad.
Del horno al proyecto
La propuesta gastronómica de De la Nada surgió durante la pandemia y hoy sigue en expansión. Bajo el nombre “De nuestra cocina”, el emprendimiento elabora biscotti artesanales sin conservantes, y trabaja en nuevos sabores que incluyen chips de chocolate, pistacho y arándanos.
El proyecto combina capacitación, empleo y producción con valor social. Los productos se comercializan en ferias, eventos y redes sociales, con el objetivo de dar visibilidad a una iniciativa que integra trabajo, comunidad y construcción colectiva.
