Los azulejos del baño tienden a acumular residuos de jabón, shampoo y otros productos de higiene, que con el tiempo se cristalizan formando una capa difícil de eliminar. Sin embargo, existe un método simple y efectivo para mantenerlos limpios y brillantes.
Aunque es común recurrir al vinagre o al limón, una alternativa aún más eficaz es el uso de detergente líquido, que facilita notablemente la limpieza y reduce el esfuerzo necesario.
¿Cómo usar el detergente líquido para limpiar los azulejos?
Por sus componentes, el detergente líquido sirve para limpiar bastante más que los platos de la cocina. Sobre todo si se usa de manera adecuada sobre otras superficies, como los azulejos. El método es el siguiente:
- En un recipiente, hay que mezclar unas gotas de detergente con agua tibia.
- Aplicar esa mezcla sobre los azulejos.
- Frotar de manera suave, para evitar que la esponja pueda rallar los azulejos.
- Luego, hay que enjugarlos con agua limpia y secar con otro trapo.
Es una manera menos agresiva que otras opciones. Además, hay una serie de sugerencias que se pueden seguir para conservar en buen estado los azulejos.
Leé también: Ni lavandina ni jabón: el truco para limpiar los trapos de cocina y dejarlos como nuevos
Consejos para cuidar y mantener el brillo de los azulejos de la casa
- Evitar el uso de productos químicos ácidos o abrasivos. Pueden dañar el esmalte.
- Realizar limpiezas regulares. De esta forma, se evita que se acumule la suciedad.
- Secar con paños de algodón o microfibra, luego de cada limpieza. Con esto, se evitan las marcas del agua.
- Es clave usar soluciones que permitan limpiezas rápidas, prácticas, en caso de que se apueste por otros métodos disponibles.
Leé también: La nueva tendencia para decorar tu casa con un toque vintage
Con el pasar de los años, los azulejos se instalaron en distintas áreas de las casas, no solo en el baño. Por lo tanto, conservarlos en buen estado es una manera de garantizar un espacio limpio y agradable.
En este sentido, es fundamental el cuidado básico que se hace sobre los sitios, como limpiar el polvo. Son hábitos que parecen insignificantes, pero que dentro de la dinámica de cuidado del hogar hacen la diferencia.
