Los ingredientes naturales son cada vez más usados en la cosmética natural y, entre ellos, se encuentran el bicarbonato de sodio y la miel, que tienen propiedades beneficiosas para la piel y pueden ser perfectamente usados en los pies.
Según expertos en dermatología, esta combinación puede mejorar la apariencia si se utiliza de manera correcta y moderada.
Leé también: Cinco usos sorprendentes y poco comunes del talco para pies
¿Por qué funciona esta mezcla?
El bicarbonato de sodio es conocido por sus propiedades exfoliantes y desodorantes. Al usarlo, ayuda a eliminar las células muertas, suavizar la piel endurecida y neutralizar los malos olores causados por bacterias o sudoración excesiva.

Por otro lado, la miel es famosa por sus propiedades antibacterianas, cicatrizantes y humectantes. Aplicada en los pies, hidrata la piel, previene la sequedad y las pequeñas grietas que pueden generarse.
Beneficios de un lavado de pies con bicarbonato y miel
- Suaviza durezas y callosidades: Ideal para quienes sufren de piel endurecida.
- Hidrata la piel seca: La miel actúa como un humectante natural.
- Elimina malos olores: El bicarbonato neutraliza los olores de manera natural.
- Sensación de frescura y alivio: Perfecto después de un día largo.
Leé también: Adiós al frío en los pies: el truco japonés para mantenerlos calientes durante el invierno
¿Cómo preparar este tratamiento casero?
- Llená una palangana con agua tibia suficiente para cubrir tus pies.
- Agregá 2 cucharadas de bicarbonato de sodio y 1 cucharada de miel pura.
- Mezclá hasta que la miel se disuelva completamente en el agua.
- Dejá tus pies en remojo durante 15 a 20 minutos.
- Masajeá suavemente con tus manos para potenciar el efecto exfoliante y humectante.
- Enjuagá con agua limpia y asegurate de secar bien, especialmente entre los dedos.