El cardenal rojo, también conocido como cardenal común, es una de las aves más pintorescas dentro de las que se pueden ver en entornos urbanos. El plumaje de su cabeza, en contraste con el gris y el blanco, no suele pasar desapercibido; tampoco cuando es completamente rojo.
Aunque no es muy frecuente que esté presente en las casas, lo hace; sobre todo, en aquellas en las que abunda la vegetación. Su aparición en el hogar es interpretado, desde un punto de vista simbólico, de manera muy particular.
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Un símbolo de esperanza y presencia espiritual
Cuando un cardenal rojo aparece en casa, suele interpretarse de forma espiritual como un mensaje del más allá o una señal de protección emocional. Según Anjie Cho, experta estadounidense en Feng Shui y espiritualidad holística, el cardenal es “un mensajero espiritual que aparece cuando necesitamos guía o consuelo”.
Esta perspectiva es compartida por múltiples culturas. En particular, se interpreta que un ser querido que murió quiere comunicar un mensaje. Más allá del plano esotérico, en países como Estados Unidos y Canadá, ver un cardenal en invierno es considerado un presagio positivo. En la tradición cristiana, por ejemplo, su color rojo se asocia con:
- El fuego del Espíritu Santo.
- La vida.
- La resiliencia.
Algunos pueblos originarios de América también lo relacionan con el amor duradero y la lealtad, ya que estas aves suelen formar parejas de por vida.
¿Y en la Argentina?
El cardenal común es una de las aves más reconocibles del centro y norte argentino, aunque no siempre es visible en zonas urbanas durante los meses fríos. Su aparición en balcones, patios o jardines puede indicar que el entorno es hospitalario y que puede encontrar alimento o refugio, o que el ave se encuentra desorientada por algún cambio climático repentino.

Sin embargo, en zonas rurales o de menor densidad poblacional, su presencia no es tan rara. Si bien no tiene un significado popular tan arraigado como en otras culturas, muchos argentinos lo consideran un signo de buena suerte o belleza natural. En caso de que aparezca, se recomienda:
- No espantarlo: es mejor observarlo sin intervenir. Además, suele ser un ave que atrae a la vista.
- No encerrarlo: no deben ser domesticadas ni atrapadas.
- Un momento para agradecer: si se creen en algunas de las interpretaciones culturales que se hace sobre su figura, se recomienda agradecer la llegada del cardenal al hogar.