Hay personas que, al llegar a casa, se sacan las zapatillas de un tirón, al usar el otro pie como ayuda y sin molestarse en desatar los cordones. Este gesto, repetido a diario, suele pasar desapercibido. Sin embargo, la psicología conductual lo interpreta como una señal que puede vincularse con ciertos rasgos de carácter o necesidades internas no siempre conscientes.
Según distintos especialistas, este comportamiento puede ser propio de personas prácticas, que buscan hacer todo de forma rápida y eficiente.
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También puede relacionarse con personalidades más impulsivas, menos preocupadas por los detalles o las normas establecidas. En muchos casos, no se trata de una falta de cuidado, sino de una manera más relajada y funcional de afrontar lo cotidiano.
Por otro lado, desde una mirada emocional, este gesto puede ser una especie de “descarga” inconsciente del estrés acumulado durante el día. Sacarse las zapatillas de forma brusca puede simbolizar la necesidad de liberarse, de dejar atrás la estructura o las obligaciones externas. Es una forma corporal de expresar cansancio o la urgencia de sentirse cómodo y en control del espacio propio.
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También puede vincularse con el tipo de vínculo que una persona tiene con su entorno. Quienes repiten este hábito desde chicos suelen asociarlo a la confianza del hogar, un espacio donde no hay necesidad de seguir reglas ni de “quedar bien”. En definitiva, aunque parezca un simple detalle, este comportamiento revela más de lo que parece sobre nuestra manera de vivir y sentir.