En pleno invierno, los hogares argentinos buscan alternativas para calefaccionarse sin que la factura de electricidad o gas se dispare. Mientras tanto, en países como China, donde el frío puede ser extremo y el acceso a la calefacción central no siempre está garantizado, muchas personas recurren a soluciones simples, económicas y efectivas que podrían replicarse en otros lugares.
Uno de los más populares es el uso del bols de agua caliente, también conocido como hot water bag o shui dai en mandarín. Este método tradicional chino permite calentar la cama por la noche sin necesidad de encender estufas o radiadores durante horas.
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¿Cómo funciona este truco?
El sistema es tan básico como ingenioso. Se trata de una bolsa de goma resistente al calor que se llena con agua caliente (no hirviendo) y se cierra de forma hermética. Luego se coloca dentro de la cama, entre las sábanas, unos 10 a 15 minutos antes de acostarse.
Gracias a su diseño, el agua mantiene su temperatura durante varias horas, al generar una fuente de calor localizada que ayuda a mantener una sensación térmica agradable en las noches frías.
Ventajas del truco chino para el invierno
- No consume electricidad ni gas: una vez calentada el agua, no requiere energía adicional.
- Es reutilizable: se puede usar todas las noches sin generar residuos ni costos extra.
- Seguro y controlado: al no tener llama ni resistencia eléctrica, es más seguro para niños y adultos mayores.
- Eficiente: mantiene el calor por hasta 6 horas según la calidad del producto.
- Adaptable: también puede usarse en el sofá, para calentar los pies o como alivio muscular.
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¿Qué se necesita?
- Una bolsa de agua caliente de goma o silicona, con tapa a rosca (se consigue en farmacias o casas de productos para el hogar).
- Agua caliente (de termo eléctrico o calentador de cocina).
- Opcional: una funda de tela suave para evitar contacto directo con la piel y mantener el calor por más tiempo.
