La espondilitis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a la columna vertebral y puede alterar la vida cotidiana de quienes la padecen. Si bien sus primeros síntomas pueden confundirse con molestias musculares habituales, identificarla a tiempo es clave para evitar complicaciones mayores.
Según explicó el doctor Iván González, reumatólogo de la Clínica Santa María en una entrevista con CNN Chile, la espondilitis “es una inflamación de la columna que va generando que la columna se vaya quedando pegada a lo largo de los años y eso conlleva toda la sintomatología que tiene la enfermedad, de dolor, rigidez de la columna vertebral”.
Leé también: Si te levantás con dolor en el cuerpo, estos cinco ejercicios te ayudarán a mejorar las mañanas
¿Qué es la espondilitis?
Se trata de un tipo de artritis que causa inflamación en las articulaciones de la columna y, con el tiempo, puede provocar la fusión de las vértebras. Esto limita la movilidad, produce rigidez intensa y puede llegar a generar una postura encorvada permanente.

Aunque existen distintas variantes, la más conocida es la espondilitis anquilosante, que suele aparecer entre los 20 y 40 años y afecta con mayor frecuencia a hombres.
El dolor que no descansa
Uno de los mayores desafíos con esta enfermedad es que sus síntomas iniciales se asemejan a los de un simple dolor lumbar. Sin embargo, el Dr. González advirtió: “La espondiolitis es bastante invalidante. El gran problema que tiene es que el síntoma cardinal de la enfermedad, lo más importante, lo que genera es algo que es súper frecuente en la población, que es dolor de espalda. Entonces hay que prestar atención en las personas jóvenes”.
Este tipo de dolor, conocido como dolor inflamatorio, suele aliviarse con el movimiento, no con el reposo, lo que lo distingue del dolor mecánico más común.
Leé también: Los cinco consejos de los expertos para limitar el dolor de espalda al usar pantallas
¿A quiénes afecta?
El especialista señaló que es fundamental prestar atención a los jóvenes que manifiestan estos síntomas. Los síntomas más frecuentes incluyen:
- Dolor lumbar que empeora en reposo y mejora con la actividad.
- Rigidez matutina prolongada.
- Fatiga generalizada.
- Inflamación en otras articulaciones (como caderas, rodillas o tobillos).
- En algunos casos, inflamación ocular (uveítis).

¿Cómo se diagnostica y trata?
El diagnóstico se realiza mediante una combinación de exámenes físicos, análisis de sangre (para detectar marcadores como el HLA-B27) e imágenes como radiografías o resonancias magnéticas.
En la actualidad, no existe cura para la espondilitis, pero el tratamiento con antiinflamatorios, terapias biológicas y ejercicios específicos puede controlar los síntomas, mejorar la movilidad y evitar la progresión del daño.