La sordera es un problema que afecta a muchísimos perros, especialmente cuando tienen una edad avanzada. Sin embargo, muchos dueños no se percatan de esto hasta que sus mascotas pierden la audición por completo. Poder detectarla rápidamente es clave para poder adaptar el hogar y así evitar accidentes.
Aunque esta condición es más frecuente en animales adultos, existen diversos factores que pueden provocarla: desde infecciones tratadas de manera incorrecta o lesiones físicas hasta causas genéticas o la exposición a ruidos muy fuertes. Muchas veces, evoluciona de manera progresiva y pasa desapercibida durante meses. Para poder identificarla, existen cuatro señales claras.
Cambios en el comportamiento: mayor sueño y menos ganas de jugar
Una de las primeras señales de alerta de que un perro está comenzando a perder la audición es el cambio en la rutina y los hábitos. Por ejemplo, muchas mascotas sordas empiezan a dormir más horas que lo habitual.
Esto se debe a la falta de estímulos auditivos que los mantengan activos. Esta misma causa provoca también que pierdan el interés de jugar: ya no responden a los llamados ni muestran interés en pelotas o juguetes que antes los excitaban.
No responde a los llamados, pero no por desobediencia
El síntoma más evidente es la falta de respuesta al escuchar su nombre, a simples órdenes o incluso a sonidos que antes le provocaban una reacción, como puede ser el timbre de una casa, el ruido de las llaves o el ladrido de un perro vecino. Algunos dueños pueden confundir este comportamiento con desobediencia, cuando en realidad se trata de que el animal simplemente no escucha.
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Una prueba casera consiste en hacer sonidos fuera del campo visual del perro, es decir, sin que lo vea. Puede ser un aplauso o el ruido de un silbato. Si el animal no reacciona, es posible que se trata de una pérdida auditiva. Sin embargo, para confirmar el diagnóstico es importante llevarlo a un veterinario, que también puede identificar las causas.
Reacciones y sustos exagerados
Otra señal clara de sordera en perros es cuando se asustan con facilidad. Como ya no pueden anticipar con su audición el acercamiento de personas u otros animales, se sobresaltan de manera más frecuencia. Por ejemplo, esto puede ocurrir al acariciarlo por detrás.
Rascarse las orejas, sacudir la cabeza o evitar el contacto
En muchos casos, la sordera en los perros se produce por problemas físicos en el oído, como otitis recurrentes, infecciones no tratadas o taponamiento de cera. En estos casos, es común que el perro sacuda su cabeza y se rasque de manera insistente una oreja o ambas. También pueden evitar que las personas toquen esa zona, debido a algún dolor o incomodidad.
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La presencia de cera oscura y de mal olor, en conjunto con signos de dolor y el rechazo al contacto, es un indicativo no solo de una infección, sino también en ciertos casos a un daño severo en el canal auditivo. Si no se trata a tiempo, podría convertirse en una sordera permanente.
Las causas físicas más comunes de sordera en los perros
Al margen de la pérdida auditiva producto de la edad, existen ciertas causas físicas que pueden provocar sordera en los perros. Por ejemplo, estas son algunas de las más frecuentes:
- Otitis mal curadas o crónicas.
- Tumores en el canal auditivo.
- Exposición a ruidos muy fuertes, como fuegos artificiales.
- Traumatismos en la cabeza.
