En departamentos chicos, cada centímetro cuenta. Por eso, cada vez más personas eligen sumar al hogar un mueble que no tiene una única función, pero cumple varias con estilo y practicidad: el escalón de madera tipo taburete.
Este clásico objeto, que se usaba como banquito auxiliar para alcanzar cosas en estantes altos, hoy gana protagonismo como una pieza multifunción. De día puede ser usado como mesa de luz al costado de la cama, con una lámpara pequeña, algún libro y un vaso de agua. De noche, puede mudarse al living para convertirse en apoyapiés, o incluso actuar como mesa lateral para dejar una taza de café o apoyar el celular.
Leé también: Ni botella ni florero: las dos formas de aprovechar los envases de vidrio de las salsas de tomate
Además, por su formato compacto y su diseño sencillo, funciona también como estante abierto para plantas, libros o velas. Algunos lo combinan en forma escalonada para armar una pequeña biblioteca. Otros lo pintan y lo usan como mesa auxiliar en balcones, baños o rincones de lectura.

Existen modelos en madera natural, plástico o metal, y se pueden conseguir en tiendas de decoración, bazares e incluso supermercados. Hay quienes optan por los clásicos de dos peldaños —similares a los de cocina— y otros prefieren los más robustos, con superficie plana, tipo banco bajo.
Su punto fuerte es la funcionalidad: no ocupa casi lugar, pesa poco y se adapta a distintas necesidades sin esfuerzo. También permite jugar con la decoración: se puede pintar, intervenir con vinilos o dejar al natural para un aire más nórdico o rústico.

En plena ola de minimalismo y reutilización, este tipo de muebles “todo en uno” ganan terreno frente a los objetos de uso único. No solo ahorran espacio, sino que ayudan a resolver varios rincones del hogar sin gastar de más.
Ideal para quienes viven solos, en pareja o incluso para cuartos infantiles, el banquito multifunción es un pequeño gran aliado que demuestra que el diseño también puede ser práctico.