Desde su primer segundo de vida, Cata peleó y se aferró fuerte a la vida. Nació con muchas complicaciones, los médicos le aseguraban a su familia que no iba a vivir más de 24 horas debido a la condición con la que nació. Pero minuto a minuto ella fue demostrando que no estaba dicha la última palabra. Hoy apelan a la solidaridad para dar un paso más.
“Catalina nació con microcefalia severa, hidrocefalia, coriorretinitis en ambas máculas, parálisis cerebral y epilepsia refractaria, a consecuencia de su patología de base, toxoplasmosis congénita”, detalló su mamá, Gabriela Yael Albarenque, acerca de las complicaciones de su hija.
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Cuando estaba embarazada, a Gabriela le sugirieron abortar porque su salud estaba en riesgo. Ella se negó y decidió seguir adelante con la gestación. Contra todo pronóstico, su beba nació pasando la semana 33, por cesárea.
En ese momento la lucha de Gabi y su chiquita daba sus primeros pasos, esta vez, de la mano. Tras el nacimiento de la pequeña, la mujer estuvo cuatro horas en el quirófano, donde debieron quitarle el útero e incluso tuvo una hemorragia masiva. Su cuadro era crítico, pero luego de 36 horas logró salir adelante y su hija la esperaba fuera de terapia para conocerla.

Los médicos le dijeron, sin embargo, que la beba no iba a vivir más de 24 horas y que si lo hacía, la esperanza de vida era de una semana.
Pero Cata siguió. Tuvo múltiples cirugías y progresó muchísimo en sus capacidades. Sin embargo, exactamente el día en que se decretó el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, el 20 de marzo de 2020, tuvo una convulsión de seis minutos que, sumada al impedimento para hacer rehabilitación presencial, hizo desaparecer su progreso.
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Tiempo después, a los 7 años, tuvo que ser operada de ambas caderas y le dijeron a la familia que no iba a poder pararse nunca más. Eso a Cata no la frenó y derribó todo lo establecido. Ocho meses después de la cirugía ya había vuelto a caminar con la ayuda de un bipedestador, un equipamiento adaptado para su condición. “Una vez más se reía de los libros de medicina. Sus huesos empezaron a reabsorber el calcio y la densidad ósea aumentaba descomunalmente”, relató Gabriela.
Una nueva posibilidad de película
En el 2022, Gabi se enteró de la existencia del Cytotron luego de leer una nota sobre la historia de la periodista Bárbara Anderson y su viaje a la India para mejorar la calidad de vida de su hijo con discapacidad. La historia de Anderson y su hijo es hoy la película de Netflix, “Los dos hemisferios de Lucca”.
Esta tecnología trabaja con radiaciones electromagnéticas con el objetivo de influir en la regeneración celular. Con esta información y la desesperación de una madre, intentó contactarse con su desarrollador, el doctor Rajah Vijay Kumar, pero su respuesta no fue la que esperaba: el hombre le aclaró que, por el momento, no aceptaban casos neurológicos.

Ella, de igual manera, no paró y descubrió que en México sí lo hacían y fue aceptada para realizar el mismo tratamiento experimental. “El 10 de agosto tiene que estar en Monterrey. Viaja con un nene de Santa Fe y detrás de nosotros hay diez mamás en campaña de distintas partes de la Argentina”, cuenta Gabi.
Pero para llevar adelante este tratamiento, la familia de Cata necesita ayuda. El monto total es de 80 mil dólares y ya consiguieron gran parte de ese dinero. Aún les faltan 35 mil dólares y piden colaboración. “Si 16 mil personas aportaran tan solo $2500 se llegaría a la suma para el 10 de agosto”, es la campaña.