La cotidianidad va a prisa y, en muchas ocasiones, no hay tiempo para detenerse y reflexionar sobre qué cosas se almacenan y, en especial, cómo se guardan en los cajones de la casa. El resultado es un caos de objetos dispersos en distintos lugares. Una realidad que puede cambiarse.
En medio del desorden diario, hay objetos que terminan siempre en un mismo cajón que, según las expertas en organización Ingrid Jansen y Lesley Spellman, suele ser considerado como el “cajón del desastre”. Sin embargo, con una serie de pasos se puede revertir esta situación.
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Jansen y Spellman conducen el podcast The Declutter Hub, que podría traducirse como “El centro del desorden”, un espacio en el que comparten distintos consejos y reflexiones. Desde su perspectiva, el “cajón del desastre” es aquel en el que terminan biromes, papeles, collares y cualquier clase de objeto al que, en su momento, no se le dio el lugar correcto. Un cajón que, de acuerdo con ellas, no debería existir.
El “cajón del desastre” y por qué no es una buena idea
La lógica del “cajón del desastre” también podría asociarse con las áreas en las que se acumulan objetos sin que haya un criterio claro. Un espacio que resuelve la necesidad inmediata de orden, sin embargo, solo es un reflejo del desorden.
Según Jansen y Spellman, se convierte en un almacén de “por si acasos” que solo genera estrés y frustración. “El cajón desastre suele estar en la cocina o en el salón y se convierte en ese espacio donde van a parar todas esas cosas que no sabemos dónde guardar”, explicaron.
La acumulación de objetos inútiles, como llaves o cables de cargadores que ya no sirven, es más común de lo que se suele pensar. “La excusa de ‘lo dejo acá mientras tanto’ hace de ese cajón un pozo sin fondo”, según las especialistas. ¿Qué hacer para mejorar la situación?
Paso a paso: cómo empezar a organizar los espacios
Para hacerlo, es fundamental sacar algunas cosas:
- Biromes que no funcionan: se suelen guardan por costumbre, no por necesidad.
- Llaves misteriosas: si no abren algo, ¿para qué tenerlas?
- Gomas elásticas rotas: tampoco suelen tener una necesidad práctica y constante.
- Manualidades incompletas: si solo ocupa espacio, ¿cuál es su fin?
- Baterías gastadas: si no funcionan, hay que reciclarlas.
- Talonarios de cheques caducados: si no se usan, mejor sacarlos.
- Tarjetas de regalo innecesarias: puede que, incluso, no se recuerde cuál fue el regalo o quién la dejó.
- Velas de cumpleaños usadas: es probable que estén gastadas y deformadas.
- Tickets antiguos: es solo papel que no tiene un fin práctico.
- Cargadores viejos: puede que no tengan ninguna funcionalidad.

Cómo transformar el caos en orden
Para recuperar ese espacio, las expertas recomiendan:
- Vaciar completamente el cajón.
- Clasificar los objetos por categorías.
- Usar organizadores o separadores pequeños.
- Establecer límites de espacio o cantidad.
- Revisar y limpiar regularmente.
Así, el “cajón del desastre” o ese espacio del caos en casa se convierte en uno funcional para pequeños objetos del día a día.