Un buen asado implica la posibilidad de comer algo rico y compartirlo en una reunión en familia o con amigos. Es, inevitablemente, encuentro y complicidad, aunque hay algo que también resulta inevitable: el olor a humo que queda en la ropa.
Ahí, ese aroma tan rico y agradable al momento de comer, dejar de serlo al volver a casa y las prendas de vestir no solo no pierden el olor sino que hasta contagian a otras ropas, limpias o igualmente para lavar, pero sin olor a humo.
Pero hay algunos trucos que no fallan y vale la pena conocer, porque ayudan a resolver este problema que, a veces, incluso persiste una vez que la prenda ahumada ya pasó por el lavarropas.
Adiós al olor a humo en la ropa si hacés asado: tips para tener en cuenta
Como dice el refrán que, a quien le guste el durazno que se banque la pelusa, formar parte de una reunión casera o en un restaurante, con el asador cerca, significará tener que aceptar que la ropa quede con olor a humo, al tiempo en que se disfruta de la comida.
Pero especialistas en cuidado y limpieza textil aportan tips y soluciones sencillas que ayudarán a mantener mejor la ropa, sin la necesidad de llenarla de jabón y enjuague una vez que se terminó el asado.
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Estos son algunos de los tips a tener en cuenta:
- Vapor de agua. Tiene una influencia directa sobre los tejidos de la ropa, provocando que los olores a humo y comida -que ya no tienen la gracia que sí tiene el momento del asado- se aflojen y se vayan desvaneciendo en el aire.
Una posibilidad de aplicación es a través de la plancha a vapor, pero también hay una variante más sencilla, que no lleva a tener que enchufar el electrodoméstico: aprovechar el vapor que se acumula en el baño en el momento de la ducha.
El agua caliente genera ese vapor que empaña los vidrios y hasta puede humedecer la ropa. Sin embargo, ayudará a eliminar el ahumado de la ropa que se vio afectada. De todos modos, hay una recomendación particular: no exponer a este clima de calor húmedo a la ropa delicada, porque eventualmente podría afectarla.

- Enfriar la ropa. Tan simple como suena: meter la ropa en la heladera o, mismo, en el freezer, antes de ponerla a lavar, es una gran solución para los malos olores. ¿Cuál es el efecto? El frío intenso los quita ya que elimina los gérmenes que lo provocan.
Lo recomendable es doblar y colocar la ropa afectada dentro de una bolsa, y meterla a frío. Después unos 40 ó 50 minutos, sacar la prenda de la bolsa y colgarla en la soga o en el tender, dejando que se oree durante un buen rato. Luego, sí, poner en el lavarropas y hacer un lavado habitual, sin ningún tratamiento especial.
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- El calor sobre la ropa. Como contrapartida al frío de la heladera, el calor también tiene un buen efecto para quitar los olores desagradables, porque las altas temperaturas también eliminan los gérmenes que provocan estos olores.
Claro que, en este caso, no se trata de poner la ropa en el horno. Simplemente, usar el secarropas durante unos 15 minutos. Es importante tener en cuenta que la tela sea apta para recibir este tipo de calor, cosa de evitar que se deteriore o deforme.
- Otras opciones caseras. Éstas pueden ser poner la ropa con mal olor a remojar en agua y una cucharadita de bicarbonato de sodio (absorbe el líquido y el olor); también el alcohol y el vinagre de alcohol sirven para evaporar los feos olores, aunque hay que tener mucho cuidado, en este caso, con la cantidad: tiene que ser apenas un chorrito mezclado con agua, para que no se lastime la prenda.