Al bajar las temperaturas, también se altera el hábitat natural de las plantas, estén o no dentro de la casa. El frío las afecta, pero se puede hacer algo para contrarrestar los efectos del invierno.
Durante esta estación, es normal que las plantas de interior o exterior comiencen a perder hojas, luzcan marchitas o paren de crecer. En estos casos, es común que las personas tiendan a abonarlas o a cambiarlas de lugar. Sin embargo, los especialistas sugieren algo más sencillo.
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Qué le pasa a una planta cuando baja la temperatura
Según expertos del Real Jardín Botánico de Madrid y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria en Argentina, el frío genera una especie de letargo en muchas especies vegetales. La manera ideal para revertir este proceso es simple: regarlas con agua templada.
Así, se genera:
- Reducción del metabolismo celular.
- Cierre parcial de estomas (poros de las hojas).
- Menor absorción de nutrientes desde el suelo.
- En casos extremos, daño en raíces o tallos por heladas o riegos con agua demasiado fría.
Por qué funciona este truco
El agua templada ayuda a mantener la temperatura del sustrato y facilita la absorción de nutrientes. No se trata de agua caliente, sino de agua a temperatura ambiente o apenas superior (unos 20 a 25 °C). Este truco, aunque simple, puede marcar la diferencia en especies sensibles al frío, como:
- Helechos.
- Potus.
- Orquídeas.
- Suculentas.
- Ficus.
La manera ideal de regalar las plantas en invierno
Aunque parezca una acción sencilla, hay un método para potenciarla:
- Dejar reposar el agua al menos una hora a temperatura ambiente o entibiarla un poco (no debe estar caliente al tacto).
- Evitar el exceso: en invierno, la frecuencia del riego debe disminuir; solo se recomienda cuando el sustrato esté seco al tacto.
- Regar por la mañana: esto permite que el agua sea absorbida durante el día y evita que las raíces permanezcan húmedas y frías por la noche.
- No combinar con abono líquido en días muy fríos, ya que puede estresar aún más a la planta.
La aplicación de este método no generará resultados inmediatos. Sobre todo en plantas que, por la estación, experimentan un fenómeno que se define como “reposo invernal”.
Sin embargo, al aplicar este truco de forma constante y cuidadosa, las señales de recuperación pueden aparecer en pocas semanas con:
- Hojas más firmes.
- Colores más intensos.
- Brotes nuevos hacia el final del invierno.
