Las almohadas, además de un elemento fundamental para poder descansar bien, son elementos decorativos que permiten adornar la habitación y darle vida a la cama. De todas formas, lavarlas puede parecer una odisea: ocurre que se ensucian rápidamente a raíz de la acumulación de sudor, las células muertas de la piel, el polvo y hasta el uso de productos para el cabello y la piel.
Al mismo tiempo, las fundas no son suficientes para evitar la mugre. Justo antes de meterlas adentro del lavarropas, es posible apreciar que quedan con aureolas o manchas profundas de un tono amarillento, que indican que las sustancias penetraron incluso la propia tela. Sin embargo, existe un truco que se viralizó en las redes sociales y que las deja como nuevas.
El curioso método lo enseñó la cuenta de Instagram @bluerest_, una empresa que vende colchones y sommiers: por su efectividad, la publicación acumuló miles de visualizaciones y más de 15.000 me gustas en tan solo dos meses. En primera instancia, recomiendan utilizar un poco de jabón líquido, bicarbonato de sodio y agua oxigenada en crema.
Leé también: Pocos lo saben: ¿por qué los aviones tienen ceniceros si está prohibido fumar?
Con todos esos elementos, que por lo general son de fácil acceso y se encuentran en casa, se puede lograr una limpieza profunda y que los soportes del cuerpo en reposo vuelvan a estar como nuevos. El bicarbonato tiene que aplicarse directamente en la lavadora y, en el recipiente para suavizantes, se debe colocar el jabón en una cantidad moderada.
Qué productos se necesitan para dejar a las almohadas como nuevas
A su vez, en el mismo receptáculo es necesario añadir la solución acuosa, aunque apenas se requieren algunas gotitas del líquido. Para que el mecanismo funcione, lo ideal es colocar el lavado rápido, que suele tardar apenas media hora en cumplir con el objetivo. Una vez que se haya cumplido el tiempo, se podrá apreciar que las almohadas lucen impolutas.
Por otra parte, aconsejaron que la tela se seque al aire libre, sobre todo si hay sol, para evitar mayores complicaciones. Cabe destacar que es clave prestarle atención a la cantidad de kilos de capacidad que posee el artefacto: así, se evita sobrecargar la máquina, dañarla y afectar la eficacia del procedimiento. Por supuesto, las prendas mojadas pesan bastante más que en su estado habitual.
La idea es optimizar el consumo de agua y energía, para no tener que realizar lavados adicionales. En cualquier caso, es fundamental no mezclar ropa con las fundas de tela dentro del electrodoméstico, porque podría haber inconvenientes vinculados con el desteñido. Otra alternativa igual de válida es limpiar las almohadas a mano, aunque puede tomar hasta una hora.
Cómo se lavan las almohadas a mano y cada cuánto hay que cambiarlas
En ese caso, conviene usar agua fría y un detergente suave, sumergiéndolas suavemente en un balde sin frotar: tiene que quedar bien empapada y el líquido debe cambiarse cada tanto, mientras se enjuaga la tela, hasta que percibamos que el agua esté limpia. Después, lo mejor es exprimirlas lentamente, eliminando el exceso pero sin retorcerlas de más.
Leé también: Pocos lo saben: qué significan los colores en los cepillos de dientes y por qué cambian
Los expertos sugieren que el lavado tiene que efectuarse una vez cada dos meses. Asimismo, lo ideal es asegurarse de que no estén húmedas antes de guardarlas o situarlas en la habitación, porque podrían tener mal olor. El cambio de almohadas debería realizarse cada uno o dos años, aunque puede variar dependiendo del tipo de relleno y el uso que se le dé.
