Es común ver que en muchas familias un perro elige a un integrante como su favorito, lo sigue a todos lados y no se despega ni para dormir. Este comportamiento no es al azar, sino que tiene varias razones muy claras.
Los veterinarios sugieren que uno de los factores más importantes que influyen en esta elección es el vínculo emocional que se genera desde los primeros encuentros de ambos.
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Los perros desarrollan una conexión profunda con quien les transmite seguridad, afecto y atención constante.

Otro aspecto clave es el lenguaje no verbal, ya que los animales son expertos en leer las posturas, gestos y energía de los humanos. Se sienten más cómodos con quienes mantienen una actitud tranquila, voz suave y movimientos seguros, sin ser invasivos.
Además del cariño, los perros valoran mucho la coherencia y la previsibilidad. Si una persona es constante con los horarios, los límites y el tono de voz, eso le da a la mascota una sensación de estabilidad.
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Por otro lado, es importante entender que la preferencia de un perro por un miembro de la familia no significa un rechazo a los demás. Simplemente, creó un vínculo más fuerte con uno de ellos por factores concretos y emocionales.
Cabe destacar que esta elección puede no ser permanente. Por lo que si otro integrante comienza a interactuar más, a ofrecer momentos de juego, paseos o cuidados, el perro puede reconfigurar su lazo afectivo con el tiempo.