Según la ciencia, contar con plantas en casa trae múltiples beneficios en cuanto a la salud, el bienestar y hasta el ambiente del propio hogar. En principio, purifican el aire de los habitáculos, lo que también deriva en una mejora en la concentración y la productividad. Por otra parte, le agregan belleza y color a los espacios, rompiendo con la monotonía.
Aún así, es necesario tener en cuenta que no todas están aptas para permanecer en el interior de las viviendas. De hecho, varias de las que son consideradas como comunes tienen características que las vuelven tóxicas y potencialmente peligrosas para niños y mascotas. En ese contexto, corresponde prestarle más atención a los lugares en los que las ubicamos o, en su defecto, evitar tenerlas.

Si bien existe un gran número de vegetales que no están preparados para posar en la propiedad sin generar consecuencias, lo cierto es que hay cinco que figuran en el tope de la lista: primera aparece la hortensia, con su típico matiz azul, violeta, rosa o rojo llamativo. Ocurre que posee un componente activo, llamado hidragina, que cuando se rompe libera cianuro de hidrógeno. Así, se la considera como venenosa.
Vómitos, problemas intestinales y paros cardíacos: los efectos de las plantas tóxicas
En el caso de ingerirla, es capaz de provocar vómitos, diarrea, fuertes dolores de estómago y complicaciones en el tracto intestinal. Ahora bien, si se consume en exceso, lo cierto es que puede causar un paro cardíaco y la posterior muerte, aunque es una situación poco habitual.
La adelfa, por su parte, surge como una de las plantas más nocivas. Por ello, se suele remarcar que no debería estar en un inmueble. La toxina más peligrosa que presenta es la oleandrina, concentrada en las raíces, cuya ingesta deriva en convulsiones, arritmias y taquicardias; es tan así que en el País Vasco se la conoce como Eriotz-arri, que se traduce en “hoja de la muerte”.
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El filodendro también se ganó su lugar en el podio gracias a los cristales de oxalato de calcio presentes en diferentes zonas. Con el simple contacto, hubo personas que padecieron dermatitis, pero a su vez lleva a eventuales hinchazones en el tracto digestivo y en la boca y el fallecimiento de los animales. No obstante, debería situarse bien lejos de los cachorros y los gatos.

El kalanchoe, si bien es un clásico entre las plantas de interior, no es de las más adquiridas en la Argentina. Aún así, se erige como una interesante alternativa debido a que no requiere de mucho cuidado y llama la atención por la floración abundante. Aún así, alberga algunas sustancias -bufadienólidos cardiotóxicos- que afectan sobre todo al corazón.
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Por último, es mencionado el espatifilo, llamado coloquialmente como cuna de Moisés o lirio de la paz. El consumo accidental o a drede del follaje termina mal: el siguiente paso son los malestares intestinales, la irritación en los labios y las molestias en la garganta. Además, es susceptible a plagas como pulgas y ácaros, que dañan a la planta y en ocasiones transmiten enfermedades a otros seres vivos.
Los beneficios secundarios de tener plantas en el hogar
Cabe destacar que colocar macetas en casa, teniendo en cuenta los riesgos marcados, sigue siendo totalmente positivo: mejora el estado de ánimo, estimula la creatividad, ayuda a dormir mejor, reduce el ruido -los vegetales ofician como aislantes acústicos- y hasta le añade un toque de sofisticación a la vivienda.