Cuando vemos una cuchara oxidada en nuestra cocina, lo primero que hacemos es tirarla a la basura porque pensamos que ya no tiene uso. Sin embargo, los jardineros aseguran que es perfecta para el beneficio de las plantas y pocas personas lo saben.
Los especialistas aseguran que enterrar una cuchara oxidada en la tierra de las plantas ayuda a enriquecer el sustrato con hierro, un nutriente esencial para ellas.
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¿Cómo funciona?
Cuando el óxido del utensilio entra en contacto con la humedad del suelo, libera pequeñas cantidades de hierro, que luego son absorbidas por las raíces. De esta manera, se logrará mantener las hojas verdes y saludables.
¿Cómo aplicar este truco en casa?
El método es sencillo y no requiere de grandes conocimientos en jardinería:
- Buscá una cuchara vieja: Es importante que sea de metal real, no de aluminio ni acero inoxidable.
- Verificá el óxido: No es necesario que esté completamente cubierta de óxido, pero debe tener algo visible para que funcione mejor.
- Enterrá la cuchara: Colocala en una esquina de la maceta, a unos 5 a 10 cm de profundidad, lejos del tallo principal para no dañar las raíces.
- Regá normalmente: Con el tiempo, el hierro se liberará lentamente en el suelo.
Este truco es ideal para plantas que requieren suelos ricos en hierro, como las hortensias, gardenias, rosales o limoneros.
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¿Cómo saber si a tu planta le falta hierro?
La falta de hierro en las plantas es más común de lo que parece, especialmente en macetas o suelos alcalinos. A este problema se lo conoce como clorosis férrica, y es fácil de detectar a simple vista.
El síntoma más evidente y claro es el amarillamiento de las hojas jóvenes, mientras que las nervaduras se mantienen verdes. Esto ocurre porque el hierro es fundamental para la producción de clorofila, el pigmento que da color verde y permite que la planta realice la fotosíntesis.
Otros signos que pueden alertarte:
- Hojas nuevas muy pálidas o casi blancas.
- Crecimiento lento o falta de brotes nuevos.
- Flores que no se desarrollan o se caen antes de abrir.
- Punta de las hojas seca o bordes quemados (en casos más severos) o bordes quemados (en casos más severos).
