Con el uso diario, las camperas acumulan polvo, manchas, olores y hasta bacterias. Pero a diferencia de otras prendas, no siempre se pueden lavar a máquina ni frotar a mano sin arruinarse. De hecho, hacerlo mal puede hacer que se deformen, pierdan su color o se arruine su relleno.
Cada material, desde el cuero hasta el abrigo de pluma o los modelos impermeables, tiene sus propias reglas de limpieza. Por eso, antes de meterla al lavarropas o pasarle un trapo húmedo, es importante saber cómo cuidarla según su composición y estructura.
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Es importante saber cómo cuidarla según su composición y estructura. (Foto: ChatGPT)
Cómo limpiar una campera sin arruinarla, paso a paso
- Revisá la etiqueta: antes de cualquier paso, leé las instrucciones del fabricante. Ahí se indica si se puede lavar a máquina, a mano o solo en seco. Ignorarla puede hacer que la campera se estropee.
- Limpiá en seco con un paño o cepillo: para la mayoría de las camperas (especialmente de cuero, gamuza o sintéticas), lo mejor es sacar el polvo con un paño seco de microfibra o un cepillo suave. Hacelo con movimientos circulares, sin frotar fuerte.
- Usá una mezcla suave si hay manchas: prepará una solución con agua tibia y unas gotas de jabón neutro o de bebé. Mojá un paño limpio, escurrilo bien y pasalo solo por la zona manchada. No satures la tela.
- Secá al aire libre, pero a la sombra: nunca uses secador de pelo ni la expongas al sol directo. Colgala en una percha y dejala ventilar en un lugar aireado para evitar malos olores y conservar la forma.
- Mantené los cierres y costuras limpias: pasá un cepillito por los cierres y costuras para que no acumulen tierra o pelusas. En camperas de pluma o abrigo, esto evita que se traben o se deformen.
