Durante los meses fríos, mantener la casa a una temperatura agradable puede resultar costoso si no se controla bien la temperatura, en este caso, del aire acondicionado en calor.
Muchas personas creen que subir el calor al máximo es la mejor forma de estar cómodos, pero en realidad eso genera un gasto eléctrico mucho mayor y puede hacer que la boleta llegue con cifras inesperadas.
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Los expertos en eficiencia energética recomiendan mantener la calefacción entre 20 y 21 grados, ya que esta temperatura permite un confort térmico aceptable sin consumir tanta energía. Además, evitar cambios bruscos de temperatura ayuda a que el sistema trabaje de manera más eficiente.

De esta forma podemos disfrutar el invierno comodamente, y sin sobresaltos en la boleta.
3 tips para evitar que el calor del ambiente se disperse
- Sellá puertas y ventanas: usá burletes o cinta aislante para tapar las rendijas por donde se escapa el calor. Incluso una simple toalla doblada en la base de la puerta puede ayudar a evitar corrientes de aire frío.
- Usá cortinas gruesas o térmicas: durante la noche o cuando no hay sol, cerrá las cortinas para crear una barrera que retenga el calor dentro de la habitación y evite que se escape por los vidrios.
- Distribuí el calor correctamente: colocá ventiladores de techo o de pie que ayuden a hacer circular el aire caliente que se acumula cerca del techo hacia abajo, para que el calor no quede arriba y se desperdicie.