En la televisión argentina hay frases que se instalan sin pedir permiso. Eso pasó con “sale un vinito”, la expresión que lanzó al mundo viral a la reconocida actriz Virginia Lago. Aún hoy, la expresión sobrevive en forma de meme y sticker.
Según recuerda la actriz y conductora en diálogo con Telenoche, estaba haciendo temporada en Mar del Plata cuando Tomás Yankelevich la llamó con la propuesta de hacer un ciclo de recomendaciones de películas que duraría los meses de verano: " Me tomé un avión a Buenos Aires y acepté sin sospechar que el ciclo terminaría durando cuatro años y me ganaría un Martín Fierro a la conducción", explica Lago.
El ciclo Historias del corazón empezó a tener muchísimo éxito al punto que sumó un día más al aire: los sábados a la noche. “Presentábamos una película romática durante las tardes de lunes a viernes y yo tomaba un tecito o un mate cocido”.
“Para los sábados, con la producción del programa decidimos que hubiera una picada y una copa de vino, igual a lo que todos hacemos en casa”.
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La manera de hablar, de hablarle al televidente con una calidez única hizo que junto con el exitoso rating llegaron los videos parodia de muchos jóvenes que la imitaban y subían sus videos a YouTube.
Un sábado, la conductora decidió invitar a los televidentes a compartir el momento de cine y propuso mirando a cámara comer algo rico y dijo:“Sale un vinito”.
Años después, con la llegada de Tik Tok, el audio también se volvió viral y muchos famosos como Lali Espósito lo compartieron en las redes sociales.
En un principio, Virginia no entendía bien qué estaba pasando. “Me contó mi hijo Pablo que había videos míos circulando en YouTube y que era viral. Lejos de molestarse, me lo tomé con humor y hasta con ternura”, sostuvo.
El legado de una frase
A más de diez años, la frase sobrevive. Incluso en España, la estamparon con la cara de la actriz en remeras. También una marca decidió convocarla hace unos años para que recreara el ciclo y promocionara un producto.
Virginia Lago no necesitó escándalos ni frases filosas para entrar al corazón de los argentinos. Le alcanzó con un gesto amable, un sillón cómodo y esa forma suya de decir “sale un vinito” como quien dice “te merecés un mimo”.
