Cuando se habla de árboles nativos y emblemáticos de la Argentina, el ceibo o el lapacho suelen llevarse toda la atención. Sin embargo, hay uno menos conocido que sorprende al mundo por ser el más fuerte de todo el planeta.
Se trata del chañar, que crece en las regiones áridas del país y es conocido por su capacidad para sobrevivir en condiciones extremas. Su apariencia y color son dos de los elementos más llamativos que lo componen, y suelen estar en provincias como Santiago del Estero, La Rioja, San Juan y Catamarca.
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Qué es el chañar
El chañar es un árbol capaz de soportar temperaturas extremas y suelos pobres en nutrientes. Su corteza gruesa y sus hojas pequeñas le permiten conservar agua, una adaptación crucial para sobrevivir en climas secos.

Además, el chañar tiene un sistema de raíces profundo que le permite acceder a fuentes de agua subterráneas, asegurando su supervivencia incluso en las sequías más severas. Por otro lado, tiene ramas con espinas, provocando que ningún animal pueda destruirlo.
Sus frutos y corteza se utilizan en la medicina tradicional para tratar diversas dolencias, desde problemas respiratorios hasta afecciones digestivas.
A pesar de ser nativo de la Argentina, también se lo puede encontrar en Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Perú.