Muchas veces ocurre que, en el apuro por poner a lavar la ropa y tenerla lista lo antes posible, cargamos el lavarropas más de lo indicado. Esto tiene dos consecuencias: las prendas no saldrán limpias y el motor trabajará forzado, por lo que puede sufrir roturas.
Ahora bien, ¿cómo saber qué cantidad de prendas lavar según cada programa del lavarropas para evitar estos inconvenientes? Atención, no es la misma cantidad de carga en todos ellos...
Vamos a hablar primero de una opción muy práctica que suele ser muy utilizada: la de “lavado diario”. En esta función nunca se deben superar los 4 kilogramos de carga. Lo mejor es incluir exclusivamente las prendas que una familia tipo haya utilizado en una jornada.
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La función de “lavado rápido”, en cambio, no permite poner muchas prendas, porque en ese caso no quedarán completamente limpias. Lo ideal es colocar –por ejemplo- 8 remeras, un jean y un jogging. No más que eso.
Cuando queremos poner más prendas a lavar se puede elegir la función “ropa de algodón”, que permite incluir una generosa cantidad. Eso sí, hay que chequear que al menos un 20 por ciento del tambor quede vacío. Esto permite que se haga un mejor lavado y no se fuerce innecesariamente al motor.
Para calcular el peso de la ropa hay que tener en cuenta que un kilogramo equivale, en promedio, a unas seis prendas. Claro que esto corresponde a prendas livianas, como remeras, pantalones comunes (no de jean) o camisas. Si se incluyen camperas o cubrecamas, por ejemplo, este cálculo no aplica.
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Es importante leer el manual de nuestro lavarropas para estar al tanto de las recomendaciones específicas y no sobrepasar los niveles de carga sugeridos.
Algunas de las consecuencias de no respetar estas indicaciones son estas:
- Daños en el motor: al verse superada la capacidad que soporta, el motor puede sobrecalentarse y hay riesgo de que quede inutilizable.
- Lavado ineficiente: la ropa quedará sucia al cabo de la sesión de lavado que hemos programado, por no haber espacio suficiente para la circulación de agua.
En el caso de las lavadoras con carga vertical el proceso se simplifica porque en su gran mayoría tienen una línea máxima de llenado en el tambor.
Hay un dato importante que debe ser tenido en cuenta. Si la ropa que cargamos es pesada y gruesa, al mojarse va a pesar mucho más, por lo cual se debe incluir menos cantidad de prendas.
Consejos prácticos para usar bien el lavarropas
Separar por colores y tejidos. Es importante dividir las prendas por colores claros y oscuros para evitar que se manchen durante el proceso. Tampoco se deben mezclar tejidos dispares, como lana y seda, ya que necesitan tratamientos distintos.
Asegurarse de que botones y cierres estén cerrados. Este es un detalle importante para evitar que otras prendas se dañen por el fuerte roce que se produce durante el lavado.
Envolver zapatillas. Lo ideal es que el calzado se introduzca envuelto en toallones. Esto impide que los golpes dañen o abollen el tambor de la máquina.
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Poner la ropa del revés. No todo el mundo conoce este truco tan útil que ayuda a que las prendas no se dañen ni pierdan color. En caso de una pequeña marca, podremos disimularla porque no queda a la vista.
Usar bolsas para la ropa interior y cordones. Ponerlos dentro de una bolsa impedirá que sean “tragados” por el lavarropas. Aunque parezca mentira, este es uno de los problemas más comunes.
No abusar con la cantidad de jabón. Usar una mayor cantidad de líquido o polvo para lavar la ropa no garantiza una mejor limpieza. Agregar demasiado puede provocar que la ropa con pelusas y restos de jabón, puesto que se crea una burbuja de suciedad a lo largo de todo el lavado. Por el contrario, si echamos poca cantidad tampoco es bueno, ya que la ropa no se lavará bien.