En el fascinante mundo animal, los cruces entre especies siempre despiertan curiosidad. Uno de los más interesantes es el que se da entre un burro y una yegua, cuyo resultado es la mula. Este híbrido es un compañero invaluable para el ser humano desde hace siglos, sobre todo en tareas de transporte y agricultura.
Leé también: Qué animal acuático te representa, según tu año de nacimiento
Características únicas de la mula
Las mulas son conocidas por combinar lo mejor de sus padres: la inteligencia y robustez del burro con la fuerza y agilidad de la yegua. Esto las convierte en animales ideales para trabajar en terrenos difíciles y en labores agrícolas. Sin embargo, tienen una particularidad: son estériles. Esto se debe a la diferencia en el número de cromosomas entre el burro y el caballo, lo que hace que no puedan reproducirse de manera natural.

Diferencias con el burdégano
Otro cruce menos común es el del burro hembra con un caballo macho, que da lugar al burdégano. Aunque también es un híbrido, el burdégano no comparte las mismas cualidades que la mula, al ser más pequeño y menos fuerte.
Un cruce controlado por el ser humano
Aunque burros y yeguas pueden encontrarse en libertad, el cruce entre ellos no ocurre naturalmente. Es el ser humano quien, con fines prácticos, realiza este cruce de manera controlada. La gestación de una mula dura entre 11 y 12 meses, y su entrenamiento comienza desde temprana edad para asegurar su eficacia en las tareas para las que fue criada.