Teo López Puccio es músico y actor; en otra zona de su vida es matemático. Su padre, Carlos López Puccio, también cultivaba dos caminos, música y humor. Fue uno de los integrantes fundadores del legendario grupo Les Luthiers y al mismo tiempo director de orquesta, fundador y director del Estudio Coral de Buenos Aires.
Su hijo Teo, de 27 años, comenzó como director musical y compositor en una cantidad de obras de teatro como Dirección desconocida, de Marcos Krivocapich, o Familia no tipo y la nube maligna, de Mariana Chaud y Gustavo Tarrío entre muchas otras.
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Mientras tanto formaba parte de la banda Camaleón pero su interés básico era -y es- la fusión de la música y el teatro. Él lo llama interfase. Aunque no tiene estudios regulares de actor reconoce una clara intuición escénica y su formación musical, aunque no es académica, lo llevó a convertirse también en actor.

Mientras tanto, López Puccio hizo la carrera de matemática en la Universidad de Buenos Aires. Una curiosa decisión puesto que no había sido una vocación precoz; al contrario, admite haber sido malo en la materia escolar, ni siquiera se sabía las tablas. Pero algo en las olimpíadas matemáticas en que se embarcaban sus compañeros, algo visual que ofrecía la geometría -su madre, Ana Moraitis, es artista plástica- lo atrajo, más en su propuesta conceptual y reflexiva que en el concreto accionar de los números. De hecho es docente de matemática en la UBA.
Después de varias temporadas exitosas de Quiero pertenecer, de Teo López Puccio, Marcos Krivocapich, Donna Tefa y Micaela Amaro y Lula Fenomenoide, el grupo Qp que estos artistas integran -entre otros- presentaron recientemente Piramidal, una sátira musical de creación colectiva que se ocupa de las nuevas modalidades de la estafa: la del título, desde luego, las que utilizan criptomonedas, bitcoin, cursos de idiomas online, algo llamado coaching ontológico y sectas financieras. Un tema, como se ve, tomado de la realidad contemporánea pero con gracia, profundidad y risas.
La pieza, que cuenta con la dirección musical de Teo López Puccio y Dino Pérez, explora los mecanismos que movilizan estos fraudes e interroga los motivos que llevan al incauto a caer en estas redes.
Teo López Puccio se interesa básicamente en la función que cumple la música en el teatro y su propuesta parece indicar una clara transformación en el movimiento actual de la escena. No ofrece teorías ni reglas académicas. Solo hace música y disfruta del teatro.