En los últimos años, a su vez que hubo una baja en la natalidad, se incrementó la adopción de mascotas. Los perros se volvieron los nuevos hijos de las personas y motivos no faltan: su crianza y mantenimiento se parece bastante actualmente al de una persona humana. En ese sentido, también aparecieron algunos consejos de especialistas que vienen a romper algunas costumbres.
Por ejemplo, podría ser momento de decirle adiós a saludar al perro cuando llegas a casa. Esta parte del día, que es una de las favoritas de los humanos por la emoción que muestran los canes, en realidad puede convertirse en un hábito perjudicial para la salud de la mascota.
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Luego de varias horas de estar solos, si la persona se fue al trabajo y estuvo un tiempo considerable fuera de casa, es normal que el perro se emocione en el momento del reencuentro. Moverá la cola, se tirará encima, saltará, dará besos y otras actitudes más comunes en estos animales. Sin embargo, detrás de estos signos, se esconde un estado de ansiedad.
Un reconocido adiestrador de perros, Víctor Mañero, explicó: “Cuando llegamos a la casa, el perro nos viene con mucha emoción porque llevamos entre ocho y diez horas sin estar con él, pero saludarlos en ese momento es un error monumental”.

“Estás premiando un estado de ansiedad, de estrés, eso es cortisol en la sangre de tu perro. No te extrañe que un día tu perro se muera de un infarto cuando te vea”, agregó. Y concluyó, como consejo: “No le hagas ni caso. Hasta que no esté en calma, no le mimes”.
Estas reacciones que tienen los perros pueden estar asociadas a la ansiedad por separación. Esto es un trastorno del comportamiento, que ocurre cuando un perro experimenta un alto nivel de estrés al quedarse solo o separado de su dueño. No se trata simplemente de que el perro “extrañe”, sino de una respuesta emocional intensa que puede generar conductas problemáticas.
Cómo tratar la ansiedad por separación en los perros
Lo cierto es que, al igual que como ocurre con las personas que padecen algún trastorno, es importante tratar este aspecto problemático de los perros. Como primera medida, la opción de no premiar este estado de ansiedad con mimos para saludarlo al llegar al hogar, es un buen comienzo.
“Al tratar a un perro con ansiedad por separación, el objetivo es resolver su ansiedad subyacente enseñándole a disfrutar, o al menos a tolerar, la soledad. Esto se logra creando condiciones para que el perro experimente la situación que le provoca ansiedad, es decir, la soledad, sin sentir miedo ni ansiedad”, agregó el adiestrador.
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Otros síntomas de la ansiedad por separación pueden ser: ladridos, aullidos o gemidos excesivos cuando queda solo; destrucción de objetos, especialmente puertas, ventanas o muebles cerca de donde el dueño suele salir; micciones o defecaciones dentro de casa, aunque el perro esté entrenado; conductas repetitivas (lamerse en exceso, caminar en círculos); salivación excesiva, vómitos o falta de apetito.
Para mejorar la ansiedad por separación en los perros, es clave aplicar un proceso gradual de desensibilización. Esto consiste en acostumbrar al animal de a poco a quedarse solo, empezando con ausencias muy breves (segundos o minutos) y aumentando progresivamente el tiempo, siempre que el perro no muestre signos de ansiedad.
Por eso es importante que las partidas y regresos del dueño sean neutras, sin despedidas ni saludos exagerados, para no reforzar la carga emocional del momento. Además, se recomienda ofrecer juguetes interactivos o premios que el perro solo reciba durante esas ausencias, para que empiece a asociar el momento de quedarse solo con algo positivo.