En tiempos en los que todos tratamos de evitar gastos innecesarios, cobra importancia conocer los secretos de los electrodomésticos para no tener que pagar costosos servicios de reparación y extender su vida útil. Por eso son claves una serie de tips muy precisos para evitar desperfectos con las heladeras no frost.
Estos tips, que sí hacen la diferencia, permiten que la heladera y el freezer enfríen correctamente, sin forzar el motor, y nos ahorran gastos de reparaciones.
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La primera clave está relacionada con el uso que le damos a la puerta de la heladera. En un video que subió a las redes el usuario @javierf.j y pronto se viralizó, el experto aclaró que en esos estantes no se deben poner cosas pesadas, como botellas de gasesosas.
Explicó que el excesivo peso de estos envases hace que las puertas se empiecen a “colgar” (así se le dice en la jerga de los técnicos). Dicho de otro modo, las bisagras van cediendo y esto hace que las puertas vayan cayéndose.
Lo habitual es que cuando aparezcan fallas se le eche la culpa a los burletes, indicó Javier, pero en verdad todo responde a que la puerta fue cayéndose por el peso y en consecuencia se filtra aire caliente del exterior.
Heladeras no frost: consejos que sí hacen la diferencia
El segundo consejo clave que sí hace la diferencia para que las heladeras no frost rindan al máximo y se prolongue su vida útil está relacionado con el freezer. En ese punto, el técnico indicó que es fundamental que no se tapen las rejillas del forzador.
“Si tenemos el freezer explotado de productos hasta el fondo vamos a tapar las rejillas del forzador, impidiendo que circule el aire frío”, indicó Javier en su breve y preciso video.
Para quienes nunca habían escuchado el nombre de este aparato que tienen las heladeras, el forzador es el dispositivo que se encarga de distribuir el aire frío en todo el circuito de las no frost.

En los freezers, las rejillas se encuentran en el fondo, de modo que se debe tener cuidado de no taparlas cuando empujamos tuppers, cajas o bandejas para hacer lugar.
El técnico mostró un ejemplo de cómo deberían tenerse los productos en un freezer “modelo”, generando la envidia de todos los usuarios. En este caso, había colocado cada producto en un recipiente específico que estaba rotulado para identificar su contenido sin tener que abrirlo.
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Esto, además de proteger a las rejillas del forzador, hace que uno pueda encontrar más rápidamente lo que está buscando, ahorrando el tiempo en el que se mantiene abierta la puerta del freezer.
Esto permite no perder tanto frío cada vez que se abre la heladera, con el consiguiente ahorro de esfuerzo del motor, otro detalle que ayuda a prolongar la vida útil y evitar daños.
Tips para evitar desperfectos en heladeras no frost
La lista completa de claves para que las heladeras no frost tengan una mayor vida útil es esta:
- No poner botellas en la puerta
- No obstruir las ventilaciones del forzador con alimentos
- Limpiar regularmente el interior con agua tibia y bicarbonato
- Asegurarse que las puertas queden cerradas correctamente
- Reparar enseguida los burletes dañados
- No dejar las puertas abiertas mucho tiempo
- Consultar a un técnico si se escuchan ruidos o se sienten vibraciones anormales.
El interior de la heladera se debe limpiar una vez al mes con agua tibia y bicarbonato de sodio para eliminar olores y prevenir la acumulación de humedad, que daña su motor.
En el caso de las puertas, hay que pasar un paño húmedo con agua limpia y tibia y secarlas bien al finalizar el procedimiento.
Las heladeras no frost tienen la ventaja de que no es necesario descongelarlas, ya que su sistema de funcionamiento evita la formación de escarcha.