TN

Temas de hoy:

  • Javier Milei
  • Elecciones 2025
  • Alerta meteorológica en el AMBA
  • Franco Colapinto
  • Dólar hoy
  • Inundaciones en PBA
  • TN Cultura
  • Sociedad
  • EN VIVO
    tnSociedad

    El sueño del papa: la africana que dejó a su novio, se hizo monja y hoy alimenta a 600 chicos en Córdoba

    Nació en Cabo Verde, dejó a su familia y su país para seguir una vocación que la llevó por el mundo. A los 56 años llegó a San Marcos Sierras con un objetivo claro: consagrarse a los más pobres. Hoy, con 86 años, lidera una fundación que asiste con salud, educación y comida, y sigue soñando con volver a su tierra natal una última vez.

    Gabriela Semmartin
    Por 

    Gabriela Semmartin

    26 de abril 2025, 05:00hs
    La hermana Theresa, de África a Córdoba (Foto: Gabriela Semmartin)
    La hermana Theresa, de África a Córdoba (Foto: Gabriela Semmartin)

    Desde que llegó a la localidad de Cruz del Eje, con un bolso cargado con apenas unas pocas pertenencias, y miles de ilusiones, la hermana Theresa, tal como la conocen todos en el norte Cordobés, supo que ese era su lugar en el mundo. Y no, precisamente, porque las cosas hayan sido fáciles.

    Su historia podría ser tranquilamente un cuento relatado en un sueño del papa Francisco: una mujer que escucha su vocación y sale afuera a “hacer lío” para ayudar en las periferias.

    Lejos, muy lejos había quedado su Cabo Verde natal, donde según reza su partida de nacimiento, llegó al mundo un 30 de octubre de 1939, y donde vivió hasta los 19 años en una familia como cualquier otra. “No nos faltaba ni nos sobraba nada. Vivíamos con mis padres y mis 9 hermanos, ahora sólo quedamos dos, mi hermana y yo”, comenta en una larga charla con TN.

    Leé también: Proyecto Carayá: una mujer convirtió su sueño en un refugio para monos, pumas y animales silvestres

    De ese entonces recuerda también el día que, con 19 años, le confesó a sus padres que su deseo era convertirse en monja de clausura. “Mi papá enfureció, mi hermano y mi primo rompieron mi pasaporte. Mi mamá lloraba, mi tía lloraba. Todos lloraban y yo no tenía documentos. Así que tuve que esperar seis meses, para que mis padres no lloren tanto. Entonces me fui, pero nadie en mi familia quería que entrara al convento”, recuerda entre risas, dando cuenta de una voluntad inquebrantable y de un buen humor que irá apareciendo varias veces a lo largo de esta entrevista.

    Theresa Varela -tal es su nombre-, también tenía un novio, con el que alguna vez había soñado tener hijos y formar una familia, al que dejó para ir a cumplir su sueño y al que volvió a ver algunas de las veces que volvió a su pueblo. Y nada de todo eso parece haber sido más fuerte que un propósito que todavía no había llegado a descubrir, pero que sonaba con fuerza dentro suyo.

    Un largo camino a casa

    Su primer destino fue Portugal, luego fue enviada a Roma, Estados Unidos, Colombia, Brasil y, por último, Argentina. Y aunque todo ese periplo le había permitido formarse, terminar el secundario y estudiar teología, sentía, todavía que no había encontrado su verdadera misión.

    Fue en Brasil, donde dos hechos la marcaron profundamente y preanunciaron su camino. “Estando en un barrio muy pobre, vi como una madre arrastraba violentamente de los cabellos a un niño pequeño porque no había conseguido dinero suficiente mendigando” cuenta.

    Más tarde, la imagen de una niña que lloraba por no haber conseguido comprar un sachet de leche la conmovió hasta las lágrimas. Ese mismo día Theresa se prometió a sí misma hacer algo por los niños pobres.

    “Pedí permiso en la Congregación para trabajar con los niños, pero ellos no hacían ese trabajo. Entonces, en 1995 conseguí el permiso del Vaticano para salir”, cuenta. Su próximo destino fue la Argentina, más precisamente la localidad de Oncativo, donde Theresa sufrió muchísimo y continuó, incansablemente, buscando su verdadera misión en la vida.

    Leé también: Tejer, coser y bordar: los oficios que se reinventaron en épocas de IA y vuelven a ser tendencia

    “Fue una etapa difícil, de lucha interior. Nada de lo que estaba viviendo me llenaba, porque lo que yo quería era consagrarme a los pobres”, explica. Así fue como pidió una reunión con Monseñor Colomé, quien decidió su traslado a San Marcos Sierras, una pequeña población ubicada a unos 20 kilómetros de la ciudad de Cruz del Eje, donde el cierre de los galpones del Ferrocarril, en 1978, trajo consigo desocupación y pobreza.

    Aldea Esperanza queda en el km 7 de Cacique Tulián, en San Marcos Sierras, y actualmente funciona una escuela a la que asisten unos 36 alumnos y donde se dan distintos talleres de oficios. (Foto: Gabriela Semmartin)
    Aldea Esperanza queda en el km 7 de Cacique Tulián, en San Marcos Sierras, y actualmente funciona una escuela a la que asisten unos 36 alumnos y donde se dan distintos talleres de oficios. (Foto: Gabriela Semmartin)

    Tenía apenas 56 años cuando llegó, en 1997. Su primera casa -cuenta- fue un rancho, de los típicos del norte cordobés, conformado por una pieza y un baño al que llegaba tras caminar unos cien metros. “En la congregación pensaron que volvería, que no iba a poder sola, si yo ni dormir sola puedo, todavía no aprendí. Me levantaba temprano a la mañana, y después de mis oraciones, visitaba a los vecinos. Como no tenía medio de transporte, salía caminando. El primer comedor lo armé en barrio Los Sauces”, asegura sobre una zona rural cercana a Cruz del Eje.

    Misión Esperanza

    Ese puntapié inicial fue el que le permitió, con el tiempo, dar vida al proyecto con el que tanto soñó y que hoy lleva adelante bajo el paraguas de la Fundación Misión Esperanza, y desde donde se llevan a cabo iniciativas con el foco en salud, alimentación y educación.

    La sede de la Fundación lleva por nombre Aldea Esperanza y queda en el km 7 de Cacique Tulián, en San Marcos Sierras, donde actualmente funciona una escuela P.I.T. (Programa de Inclusión para la Terminalidad del gobierno de la provincia de Córdoba, a través del cual los jóvenes de 14 a 17 años pueden completar sus estudios secundarios obligatorios) a la que asisten unos 36 alumnos; hay instancias de formación en enfermería y oficios; una residencia para alumnos de zonas rurales y para los médicos que se suman al viaje del camión sanitario, con el que salen una vez al mes para llevar servicios de salud gratuitos (pediatría, odontología, medicina clínica y enfermería) a distintas zonas del norte cordobés y con el que han llegado, incluso, a La Rioja y Santiago del Estero.

    Desde allí se comanda también el accionar de los comedores que la fundación tiene en los barrios San Antonio, La Curva, La Rinconada, Los Altos y La Feria, en Cruz del Eje; y San Nicolás y el Simbolar, zonas rurales del norte cordobés.

    La hermana atesora con la misma devoción una gigantografía del Papa Francisco y un diploma de River, el club del que es hincha. (Foto: Gabriela Semmartin)
    La hermana atesora con la misma devoción una gigantografía del Papa Francisco y un diploma de River, el club del que es hincha. (Foto: Gabriela Semmartin)

    Todo este trabajo, que le permite asistir a unas 600 personas, aproximadamente, es posible gracias a la colaboración de unos 60 voluntarios (entre los que se cuentan médicos, enfermeros, maestros, cocineros) y a un empuje enorme que Theresa parece conservar intacto a sus 86 años.

    Ahora, cuenta, viajará a Buenos Aires para asistir a un encuentro con empresarios e integrantes de fundaciones, y a una reunión en el club de sus amores: River Plate. Entonces, nos invita a pasar a su casa y nos muestra el diploma que la acredita como “la mejor hincha de River” -y que descansa junto a una gigantografía del Papa Francisco, un encuentro personal con Juan Pablo II y una foto de Teresa de Calcuta-, no sin antes recordar y hacer honor a su amistad con Carlos Bianchi, el ex técnico de fútbol que, junto al humorista Jorge Guinzburg, y a través de la fundación Por un Mundo Mejor, puso los cimientos que le permitieron hacer realidad la sede de Aldea Esperanza.

    “Me llamó por teléfono, pero como yo sabía que él era de Boca, y yo soy de River, no lo quise atender”, recuerda entre carcajadas mientras camina por el patio de tierra de este predio de cuatro hectáreas que se ha convertido en una especie de “cuartel central” desde donde libra su cruzada contra el hambre y la pobreza.

    A poco de cumplir 87 años Theresa confiesa que no tiene asuntos pendientes, que su único norte está en hacer cada vez mejor lo que hace, aunque, confiesa, le gustaría volver una vez más a Cabo Verde, a visitar a su hermana menor, la única que le queda, y que se encuentra enferma y quien sabe, a recordar en su tierra las palabras de su madre cuando Theresa decidió emprender su propio camino: “Hija, aprende desde ya a contornear los obstáculos. Cuanto más amor y más fidelidad tengas a tu compromiso, más obstáculos vas a encontrar. Entonces, deberás tener las virtudes del agua, que si encuentra un obstáculo en su camino lo contornea; y cuando éste se hace más grande, se acumula hasta juntar las fuerzas que le permitan arrasar con todo, y llegar finalmente a su destino”.

    Las más leídas de Sociedad

    1

    El dolor de la mamá de las hermanitas que murieron en el temporal de Bahía Blanca: “Volviste a casa”

    2

    Crece el temor por nuevas inundaciones en Buenos Aires: hay 3200 evacuados y cuatro desaparecidos

    3

    Un nene está atrapado junto con 36 compañeros en la Ruta 9, por las inundaciones: la desesperación de su papá

    4

    Si usaste cáscaras de huevo, no las tires: qué nutrientes pueden aportar a tus plantas y cómo usarlas

    Suscribite a los newsletters de TN

    Recibí las últimas noticias de TN en tu correo.

    Temas de la nota

    solidaridadmonja

    Más sobre Sociedad

    Las inundaciones en Buenos Aires ya afectan a más de 9000 personas: se complica el panorama en Campana y seguirán las lluvias. (Foto: prensa Armada Argentina)

    Crece el temor por nuevas inundaciones en Buenos Aires: hay 3200 evacuados y cuatro desaparecidos

    Si usaste cáscaras de huevo, no las tires: qué nutrientes pueden aportar a tus plantas y cómo usarlas. (Imagen ilustrativa IA Gemini).

    Si usaste cáscaras de huevo, no las tires: qué nutrientes pueden aportar a tus plantas y cómo usarlas

    La madre agradeció: "Volviste a casa, mi pequeña Delfi". (Foto: Facebook Marina Haag.)

    El dolor de la mamá de las hermanitas que murieron en el temporal de Bahía Blanca: “Volviste a casa”

    Los comentarios publicados en TN.com.ar podrán ser reproducidos parcial o totalmente en la pantalla de Todo Noticias, como así también las imágenes de los autores.

    © 1996 - 2025, Artear

    Seguinos en las redes

    Descargate la app de TN

    google-playapp-store

    Últimas noticias

    • Dónde ver en vivo la misa de inicio del pontificado del papa León XIV y a qué hora es
    • Video: así fue el impresionante choque de un buque contra el puente de Brooklyn
    • Un piloto de la Fórmula 1 defendió a Franco Colapinto tras el accidente en la clasificación en el GP de Imola
    • Mauro Francisco quedó varado por las inundaciones y se subió al techo de una camioneta: “Fue terrible”

    Secciones

    • Últimas noticias
    • Elecciones 2025
    • Deportivo
    • Show
    • Economía
    • Internacional
    • Opinión
    • Policiales
    • Política
    • Sociedad

    Sitios amigos

    • Grupo Clarín
    • Artear
    • eltrece
    • Ciudad Magazine
    • El Doce
    • Cucinare
    • Canal (á)
    • Clarín
    • Olé
    • Mitre
    • La 100
    • Cienradios
    • TyC Sports
    • La Voz
    • Vía País

    Descargate la app de TN

    google-playapp-store

    Seguinos en las redes

    © 1996 - 2025, Artear

    Mapa del sitio
    Términos y Condiciones
    Políticas de privacidad
    Media Kit