Al hablar de adicciones, las primeras que se vienen a la mente son el alcohol y el cigarrillo. Sin embargo, en los últimos años, varios psicólogos manifestaron su preocupación por una más silenciosa, que se instala de forma sutil y afecta a millones de personas casi sin que lo noten.
Esta, a diferencia del alcohol y el cigarrillo, no deja consecuencias físicas, pero sí mentales. Se alimenta de hábitos cotidianos, y muchos no saben que la padecen hasta que ya afecta su concentración, su autoestima y sus relaciones personales
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Según indican los especialistas en salud mental, se trata de la adicción al celular, también conocida como nomofobia (miedo a estar sin el teléfono móvil). Además, la Organización Mundial de la Salud ratificó que el uso excesivo del celular y de las redes sociales está directamente relacionado con trastornos de ansiedad, déficit de atención, insomnio y aislamiento social.
Esta adicción es especialmente preocupante en adolescentes y adultos jóvenes. ya que interfiere con la regulación emocional y la capacidad de sostener vínculos reales. La dopamina que se libera con cada notificación o “me gusta” genera un circuito de recompensa similar al que provocan sustancias como el alcohol o la nicotina, pero de forma más constante y socialmente aceptada.