Las redes sociales son una parte fundamental en la vida de las personas. Compartir momentos, imágenes y situaciones se volvió moneda corriente; sin embargo, la cantidad de “me gusta” y visualizaciones, como también de seguidores, se volvió muy importante para la construcción de su autoestima.
Muchos psicólogos advierten sobre esta temática y destacan que lo que importa es cómo nos sentimos lo que subimos, más que con el ida y vuelta que obtenemos.
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Desde la revista Journal of Cyberpsychology expusieron un estudio de la Universidad de Oxford, donde destacan que las comparaciones constantes y la validación externa pueden erosionar la autoestima.

¿Qué quiere decir esto? Que muchas personas pueden sentirse inseguras si no reciben la validación emocional que esperan en redes sociales, mientras que otra persona con pocos likes puede tener una autoestima sólida si publica desde un lugar auténtico.
Lo que más influye en cómo nos sentimos con nuestra presencia online, explican los psicólogos, es el nivel de coherencia entre nuestra vida real y lo que mostramos. Cuando hay una brecha grande entre ambas, suele aparecer la ansiedad, el autosabotaje o la sensación de no ser suficiente. Por eso, cultivar una identidad digital alineada con los propios valores es más importante que lograr viralidad.
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Los especialistas también recomiendan revisar con frecuencia las cuentas que seguimos, los comentarios que aceptamos como verdaderos y la intención con la que publicamos. Porque al final, la autoestima digital no se mide con números, sino con bienestar psicológico.