En un contexto donde el trabajo formal está estancado en Argentina hace varios años, muchos ciudadanos optan por emigrar a los países limítrofes y buscar allí nuevas oportunidades para sus carreras laborales. En ese sentido, uno de los destinos más elegidos para trabajar es Uruguay. Cruzando el charco, el país vecino tiene leyes de contratación y despido en 2025 que resultan novedosas para América Latina.
En el país charrúa existen dos tipos de contratos de trabajo. Unos tienen duración indefinida y otros son temporales. Cuando su extensión no está especificada, básicamente no se establece un plazo para la finalización del vínculo. En cambio, la segunda opción corresponde a empleos que tienen que ver con suplencias o tareas específicas. Aquí debe ponerse por escrito el periodo de contratación.
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La Ley 19.973, una de las más relevantes en lo que a las cuestiones laborales concierne, regula los periodos de prueba en Uruguay según la duración del contrato. Cuando se trata de un vínculo temporal de entre seis y ocho meses, el periodo de prueba es de 60 días. En cambio, si el contrato es de más de doce meses, la prueba se extenderá hasta los 90 días. Los sectores de construcción y trabajo doméstico cuentan con otros regímenes específicos.

Una de las cuestiones más novedosas de la legislación uruguaya es que el contrato laboral no debe ir por escrito obligatoriamente, a excepción de algunos casos considerados especiales como el teletrabajo. Cuando existe un acuerdo de palabra entre las partes, la relación laboral ya se considera válida. En caso de que sea por escrito de todas formas, se piden los datos personales de ambas partes –trabajador y empleador-, categoría, tareas a realizar y la remuneración.
¿Qué dicen las leyes de despidos en Uruguay en 2025?
Siendo uno de los países con las leyes laborales más modernas, en Uruguay rige el despido libre. Una empresa puede finalizar la relación laboral en cualquier momento sin la necesidad de justificar la causa de despido. Sin embargo, se debe tener en cuenta que existen distintos tipos de indemnización dependiendo del tipo de contrato que tenga el trabajador y el motivo de la desvinculación.
Para aquellos que tenían un contrato mensual, en industria, comercios o servicios privados, puede o no haber indemnización dependiendo de la causa del despido. En cambio, los considerados jornaleros y destajistas tienen el derecho de cobrar 25 jornales por cada año trabajado si sumaron al menos 240 jornadas anuales. Si fue menos, se hará el cálculo correspondiente.
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En Uruguay también existe la figura del despido ficto. Esto quiere decir que el trabajador es enviado al Seguro de Desempleo por seis meses y no es reincorporado cuando finaliza el plazo, lo que le da derecho a reclamar una indemnización al empleador. Por eso se llama “ficto” (ficticio), porque aunque no hubo un despido directo o explícito, la falta de reincorporación se interpreta como tal.
Finalmente, algunos empleos incluyen despidos especiales. Se trata de casos en los que el despido tiene un tratamiento distinto porque afecta a grupos de trabajadoras y trabajadores que se consideran más vulnerables o con protecciones legales adicionales. En estas situaciones, el despido puede estar prohibido, restringido o requerir una indemnización mayor, según el caso.
De esta forma, las leyes laborales de Uruguay son más flexibles que las de Argentina. Además se debe tener en cuenta que para los argentinos puede ser simple conseguir trabajo cruzando el charco, ya que los acuerdos del Mercosur contemplan la posibilidad de que los ciudadanos de los países miembros del bloque tengan acceso a un empleo sin la necesidad de conseguir una visa de trabajo.