El contacto visual es un aspecto clave de la comunicación no verbal. Aunque su interpretación puede variar según la persona y el contexto cultural o social, existen ciertos consensos en cuanto a su significado.
Los gestos, las posturas, las expresiones faciales y, sobre todo, la mirada juegan un papel fundamental al transmitir mensajes en las interacciones. Sin embargo, evitar el contacto visual puede tener múltiples significados. En algunos casos, de acuerdo con lo que sugieren distintos estudios psicológicos, no representan algo por lo cual alarmarse, mientras que en otros sí es posible.
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¿Por qué alguien evita el contacto visual?
Según un estudio realizado por la Universidad de Stirling en Escocia, desviar la mirada durante una conversación puede ser una señal de que la persona está pensando. Observar el rostro de otra persona puede resultar muy estimulante y, en algunos casos, distraer a quien conversa.
Este comportamiento está relacionado con el estudio de Albert Mehrabian, quien explicó que las caras emiten una gran cantidad de información. Toda esa data se procesa, de forma consciente o inconscientemente.
Desde el portal Social Self, especializado en mejorar las habilidades conversacionales, se afirma que un buen contacto visual genera confianza, cercanía y puede incluso hacer que una persona se vea más atractiva para su interlocutor. No obstante, existen diversas razones por las que alguien podría evitar mirar a los ojos del otro.
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Ansiedad social o timidez
Una de las causas más comunes para evitar el contacto visual es la ansiedad social. Las personas que padecen este trastorno pueden sentirse observadas o juzgadas por los demás, lo que genera una gran incomodidad al tener que mantener la mirada. Esto puede desencadenar una reacción emocional que lleve a desviar la vista.
Nervios o incomodidad en situaciones específicas
El nerviosismo también puede ser un factor importante. Las entrevistas laborales, las citas o momentos en los que se busca causar una buena impresión, generan estrés. Esto puede dificultar el mantenimiento del contacto visual. La falta de confianza con el interlocutor o el tema de la conversación también puede influir en este comportamiento.

Trauma o experiencias pasadas
Existen teorías que vinculan la evitación del contacto visual con experiencias traumáticas previas. Según esta perspectiva, las situaciones difíciles o dolorosas pueden modificar la estructura cerebral, haciendo que una mirada directa sea interpretada como una amenaza.
¿Evitar mirar a los ojos implica mentir?
Algunas personas creen que evitar el contacto visual es una señal de que alguien está mintiendo o encubriendo algo. Sin embargo, según el analista de comportamiento y experto en interrogatorios Roger Strecker, este comportamiento no es un indicio claro de deshonestidad.
De acuerdo con Strecker, es más útil observar otros marcadores involuntarios. Dentro de estos, hay que considerar la dilatación de las pupilas o la frecuencia del parpadeo, para evaluar la sinceridad de una persona.
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Estado emocional y atención
El estado emocional también puede influir en el hecho de evitar el contacto visual. Sentimientos de enfado o disgusto pueden llevar a una persona a evitar mirar a los ojos. Además, puede interpretarse como un intento de poner fin a la conversación o de concentrarse en recordar o comprender algo.
Trastornos del espectro autista y TDA
Otro factor relevante es el neurodesarrollo. Personas dentro del espectro autista o con Trastorno por Déficit de Atención (TDA) pueden evitar el contacto visual debido a la sobrecarga sensorial que genera la observación constante de expresiones faciales. Un estudio publicado en Scientific Reports en 2017 reveló que algunas personas con autismo presentan una mayor sensibilidad hacia las caras y expresiones, lo que provoca ansiedad durante las interacciones sociales.