Después de la marcha al Congreso, agredieron al periodista de TN Martín Gónzalez mientras cubría la desconcentración de los manifestantes.
Pasadas las 20, el equipo periodístico mostraba al último grupo de personas que quedaba en las cercanías del Palacio Legislativo cuando un hombre envuelto en una bandera se acercó a los gritos mientras el periodista estaba de espaldas y le pegó con la mano abierta en la cabeza.
Leé también: Con un megaoperativo policial, la marcha al Congreso se desarrolló sin mayores incidentes
Tras el golpe, el agresor lo insultó y escapó en segundos. En tanto, los presentes respondieron al grito de “Asesino, hijo de p***”. El violento episodio quedó registrado por las cámaras, lo que permitió su identificación rápida y posterior detención. Según pudo saber este medio, fue identificado como David Olivera, con domicilio en La Matanza.
Minutos más tarde, González volvió al móvil para brindar tranquilidad sobre su estado de salud. “No me quiero exponer, porque estoy caliente. Hoy trabajamos muy bien, fue una protesta con fundamentos por lo que estaban reclamando y con sentido en la manera en la que estuvo hecha. Pero después viene un estúpido y te pega”, expresó al aire de ¿La Ves? (TN).
Este hecho fue aislado, ya que la marcha -a diferencia de lo que ocurrió el miércoles pasado- se desarrolló de manera tranquila y sin mayores incidentes. El Gobierno preparó un megaoperativo en el que más de 1000 efectivos de las fuerzas federales y otros 900 de la Policía de la Ciudad se desplegaron por toda la zona del Congreso.
Leé también: El Gobierno consiguió el aval del Congreso para el DNU que habilita el acuerdo con el FMI
Además, las fuerzas federales estuvieron detrás de las vallas que se ubicarán en los alrededores del Congreso, para evitar el contacto directo con los manifestantes. “Las Fuerzas de Seguridad tienen que, en la medida que sea posible, pacificar y recuperar el control de las calles. Puede haber heridos en ese proceso, tanto en el grupo de los agentes como en los que están cometiendo un delito”, argumentaron en Balcarce 50.
En ese sentido, el oficialismo quería evitar una situación similar a la que vivió Pablo Grillo, el fotógrafo que sufrió una fractura de cráneo tras el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno.
Es por eso la directiva era que se usen camiones hidrantes para dispersar la manifestación en caso de que ocurra un nuevo hecho violento.
