Es cierto que nadie se salva solo. Tanto como que pedir ayuda -cuando hablamos de problemáticas como adicciones y violencia de género- es indispensable. Pero no todos reparan en lo que viene después: qué clase de ayuda se recibe o está al alcance de quien se encuentra atrapado, sin poder escapar del tormento. Conseguir liberarse. Y para siempre. Al fin, de eso se trata.
La fundación Libertad Eterna trabaja en Tigre con el objetivo de brindar asistencia directa y cuidar los derechos de niños, adolescentes y jóvenes en contextos de vulnerabilidad social, enfocándose especialmente en situaciones de abandono, violencia familiar, violencia de género, consumo problemático de sustancias y abuso sexual. Acompañan su crecimiento emocional y académico en cada etapa, impulsando también la formación de oficios.
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“Libertad Eterna nació de la convicción de que ninguna persona debería estar sola en su lucha por salir adelante. Desde nuestros hogares y programas de inclusión, trabajamos para que niños, adolescentes y adultos en situaciones de vulnerabilidad y consumo problemático encuentren un espacio de cuidado, amor y oportunidades”, dice Florencia Marín, presidenta y fundadora de la asociación civil.
En la sede central funciona un Centro de Día para Jóvenes de entre 18 y 35 años que presentan situaciones de consumos problemáticos de sustancias y que opten por un tratamiento ambulatorio. También proponen actividades y talleres semanales de peluquería, barbería, maquillaje, ajedrez, emociones, adicciones, literatura, apoyo escolar y artes. Además, realizan entregas de alimentos, productos de limpieza y donaciones a comunidades vulnerables.
La fundación fue distinguida recientemente con el premio Abanderados. “Creemos que cada historia puede transformarse y que la clave está en la comunidad y el acompañamiento. Seguimos apostando a la inclusión, la educación y el amor como herramientas fundamentales para cambiar realidades”, concluye Marín.
Los alcances de una ayuda indispensable
Actualmente, en Libertad Eterna acompañan a 40 menores institucionalizados en los hogares, 20 adultos en tratamiento por adicciones, 100 niños y niñas en el programa de acompañamiento Libertad Kids, cada sábado. También a 65 familias (aproximadamente 277 personas) mediante el programa de asistencia alimentaria.
Libertad Eterna cuenta con diversas formas de colaboración, desde donaciones únicas hasta programas de patrocinio, voluntariado y eventos de recaudación.
