Federico Brito es licenciado en Enseñanzas de la Ciencias y tiene una larga trayectoria en la industria aeroespacial. Su interés por la exploración del espacio comenzó en su adolescencia, cuando desarrolló sus primeros sistemas de propulsión. Más tarde, estuvo involucrado en un emprendimiento que buscaba lanzar satélites al espacio con biocombustibles. Sin embargo, su camino tomó otro rumbo en 2021, cuando su padre, gravemente enfermo, le hizo un último pedido: que sus cenizas fueran enviadas al espacio.
“Antes de morirse, mi viejo me pidió que lo crememos y lancemos sus cenizas al espacio. Yo sabía que había empresas en Estados Unidos que daban este servicio, pero se me ocurrió darle una vuelta de rosca”, recuerda Brito. Su idea no era solo enviar cenizas, sino ampliar la propuesta a un servicio integral: archivos digitales, campañas publicitarias y cualquier otro objeto simbólico que las personas quisieran enviar al espacio.
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Así nació Last Trip en 2022. Un año después, en enero de 2023, logró el primer lanzamiento con un módulo que transportó las cenizas de cinco personas, una mascota y diversos archivos digitales en un cohete de SpaceX. “Ese vuelo lo lanzamos el 3 de enero de 2023 en el transporte Arceis de SpaceX, una de las compañías de Elon Musk. Fue un momento emocionante porque en ese módulo estaba mi viejo, cumpliendo su último deseo”, dice Brito a sus 51 años.
Eternizar recuerdos
El interés en el envío de archivos digitales lo llevó a expandir el concepto. “Como vi que había tanto interés en el envío de archivos digitales, enseguida después del lanzamiento de 2023 empecé a organizar el segundo vuelo y una campaña internacional para celebrar la vida en la Tierra desde el espacio”, explica Brito. En febrero de 2024, lanzó su segundo vuelo con archivos vinculados a cinco áreas: medio ambiente, salud, arte, deporte y educación. En este viaje participaron artistas y figuras públicas, como el exfutbolista Sebastián Battaglia, que aprovechó la ocasión para promocionar su academia de fútbol en el espacio.
El segundo lanzamiento fue especial. “No solo fuimos la primera empresa en Latinoamérica en ofrecer servicios de envío de cenizas y archivos digitales en 2023, sino que logramos un segundo lanzamiento y nos consolidamos en la región. Ahora damos servicios exclusivos de transporte de archivos digitales para artistas y campañas de marketing”, afirma Brito que es egresado de la Universidad de San Martín.

En este vuelo, también participaron escritores y periodistas. “Mandamos un libro, una carta digitalizada de Borges y la voz de Julio Mareva, un periodista que falleció hace poco. Él tenía un programa de radio en Bariloche llamado ‘Ocho minutos del sol’. Para conmemorarlo, enviamos audios y videos suyos al espacio”, detalla Brito.
Un negocio en expansión de base tecnológica
Last Trip busca diferenciarse de las empresas estadounidenses que ofrecen servicios similares. Una de sus estrategias es reducir costos para que más personas puedan acceder al servicio. “Estados Unidos cobra más de cinco mil dólares por gramo de ceniza. Nosotros los hacemos más accesible, compensando más cantidad por menor tarifa”, explica Brito. También está desarrollando una red de funerarias asociadas que faciliten el proceso a los clientes. “Las personas pueden acercarse a una casa de sepelios, donde toman una muestra de cenizas y me la envían. Luego yo la lanzo y les doy acceso a la información en nuestro software”, agrega.
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Sus clientes no solo son personas que buscan homenajear a seres queridos. También hay empresas interesadas en campañas publicitarias desde el espacio. “Cualquier artista o empresa que quiera mandar un producto y hacer una campaña publicitaria también lo puede hacer. De hecho, para el tercer vuelo, estamos invitando a muchos más artistas que no se pudieron sumar antes”, adelanta Brito.
“Por ahora hacemos un lanzamiento por año, pero mi idea es fabricar mis propios satélites para mandar dos veces por año o más”, dice. Hoy, sus módulos viajan en satélites fabricados por otras empresas, que a su vez contratan a SpaceX para llevarlos al espacio. Fabricar sus propios satélites le permitiría reducir costos y ofrecer más servicios. “Si logro fabricar mis propios satélites, podré negociar directamente con SpaceX y dejar de depender de terceros”, explica.
El financiamiento de los vuelos depende del servicio contratado. “Si es envío de cenizas, cobramos una tarifa accesible. Si es a través de una casa de sepelios, negociamos la tarifa. Si son archivos digitales, depende del peso y la resolución”, aclara Brito. Mientras tanto, busca inversores para fabricar sus propios satélites y hacer que el negocio crezca.
El tercer vuelo ya está programado y Brito espera convocar a más artistas y figuras públicas. Hasta ahora, ha enviado las cenizas de ocho personas y más de 60 pasajeros digitales al espacio. “Los archivos digitales no solo son de personas fallecidas. También hay personas que mandan fotos, audios o videos para recordarse a sí mismas. Hay mucho aprecio por la idea de mandar algo al espacio”, dice Brito.
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Para el futuro, planea desarrollar una app que permita a los clientes acceder a sus archivos digitales en cualquier momento. “Estamos en proceso de desarrollo de una aplicación donde los archivos digitales estarán disponibles y se podrán escuchar desde el espacio”, adelanta.
Mientras tanto, Brito sigue recibiendo historias de personas que quieren que sus recuerdos trasciendan más allá de la Tierra. “Por ahora, siempre hay interesados en cada vuelo. Me arriesgaría a decir que nunca voy a tener un lanzamiento vacío. La idea de trascender en el espacio es algo que a la gente le genera mucha emoción”, concluye.