Cuando cortamos una palta lo hacemos con la intención de consumir solo la pulpa. Sin embargo, la cáscara puede servir para distintos usos y pocas personas los conocen.
Esta parte de la fruta posee propiedades y beneficios que la hacen interesante para diversos usos. Es rica en compuestos antioxidantes, flavonoides y fibra.
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Las 5 formas de usar la cáscara de palta
- Fertilizante para plantas: Al ser rica en potasio, la cáscara de palta contribuye al crecimiento de las plantas. Para aprovecharla, podés cortala en pequeños trozos y enterrarla en la misma tierra que la planta, para que libere gradualmente sus nutrientes.
- Mascarilla facial: En la cáscara, suelen quedar restos de pulpa adherida contiene aceites y antioxidantes. Estas propiedades hidratan y nutren la piel, dándole un aspecto más luminoso. De esta manera, podés pasar el interior de la cáscara por el rostro, haciendo suaves masajes.
- Exfoliante corporal: Gracias a su textura rugosa, la cáscara de la palta se puede utilizar como exfoliante en el cuerpo de forma natural. Podés mezclarlo con un poco de aceite de coco para crear una pasta, para luego aplicarla y masajearla en la piel durante la ducha.
- Infusión capilar: Sus nutrientes fortalecen y le dan brillo al cabello, dejándolo suave e hidratado. Una opción es hervir la cáscara y luego colarla, para después usar el líquido como enjuague final luego del shampoo.
- Repelente de insectos: Diversos estudios aseguraron que la cáscara de palta funciona como repelente de insectos gracias a sus propiedades, por lo que podés probar ubicándola en la zona donde se hagan más presentes para ahuyentarlos.

Claves para que la palta se oxide más lento
El método consiste en rociar la superficie de la palta con jugo de limón o lima. La acidez de estos cítricos actúa como una barrera natural que retarda la oxidación. Simplemente cortá la palta, esparcí unas gotas de jugo en la pulpa y, si es posible, mantené la semilla en su lugar. Luego, almacenala en un recipiente hermético o envuelta en film plástico, limitando al máximo el contacto con el aire.
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Si el sabor ácido no es de tu agrado, otra alternativa es colocar la mitad de la palta junto a una rodaja de cebolla dentro de un recipiente. Los compuestos de azufre que libera la cebolla también ayudan a retrasar la oxidación, sin alterar significativamente el sabor de la palta.
Estos trucos no solo son efectivos, sino que también resultan económicos y naturales. Con un par de gotas de limón o una rodaja de cebolla, podés disfrutar de paltas frescas durante más tiempo, evitando el desperdicio.