Un accidente doméstico terminó en tragedia luego de que una mujer muriera por las quemaduras que sufrió al intentar prender un aromatizante. La víctima, de 45 años, sufrió graves heridas tras manipular alcohol etílico en el interior de su casa en la ciudad de Arroyito, provincia de Córdoba.
El incidente ocurrió el pasado 16 de febrero, cuando la mujer utilizó el combustible para encender el contenido aromatizante dentro de un cuenco. Sin embargo, el fuego se propagó, rápidamente, provocándole quemaduras en el 70% del cuerpo.
Leé también: Entrenamiento militar y lucha por la equidad: así funciona el primer grupo de mujeres guardavidas de la Costa
Inmediatamente, la víctima fue trasladada al Hospital Municipal Carlos Julio Rodríguez, pero debido a la gravedad de sus lesiones fue derivada al Instituto del Quemado de la ciudad de Córdoba. Allí permaneció internada durante las últimas tres semanas hasta que murió en la noche de este viernes, informó ElDoce.tv.
Fuentes policiales confirmaron que efectivos de la Dependencia de Policía de Arroyito intervinieron en el caso y notificaron a la Fiscalía local, que llevó adelante la investigación de la tragedia.
Cómo encender un sahumerio de forma segura
Para hacerlo de forma segura es aconsejable hacerlo en un portainciensos sobre una superficie estable y lejos de materiales inflamables. Asimismo, se debe evitar ponerlo cerca de las corrientes de aire, debido a que puedan hacer que las brasas salten.
Una vez prendido, se deja arder por unos 5-10 segundos y se sopla suavemente para apagar la llama, asegurándose de que quede una brasa roja con humo saliendo lentamente. Bajo ningún término se deben utilizar productos inflamables, como alcohol o nafta, para estimular el encendido. Asimismo, mientras esté ardiendo, nunca se debe dejarlo sin supervisión y preferentemente ubicado en un espacio ventilado para que el humo se disipe sin causar molestias.
Leé también: No es la pava eléctrica: el electrodoméstico que sí o sí hay que desenchufar después de usarlo
Si se desea apagarlo antes de que se consuma por completo, se presiona la punta contra arena, tierra o agua hasta asegurarse de que no queden brasas encendidas. Para evitar riesgos, hay que verificar que esté completamente apagado antes de desecharlo.
